POETA DEL SUR DOMINICANO
Roberto Sánchez. Nacido en San Juan de
Establece Cuentacuentos en Casa de Teatro de Santo Domingo en 1993, espacio dedicado al análisis, discusión y crítica al cuentero de turno. A finales de 1994 publica Tránsito de la carne. Su libro de narraciones El fantasma de Alma Rosa se publica en 1996. En ese mismo año aparece Azar de la lluvia.
En 1991 publica su primer poemario el que pone a circular en Santiago de Cuba en el XI Festival de
En 1992 funda junto a otros jóvenes escritores el Colectivo de Literatura Cardúmenes, de corta duración.
En 1993 establece su Cuenta-cuentos en Casa de Teatro, espacio dedicado al análisis, discusión y crítica al "cuentero" de turno.
Tiene varias obras publicadas habiendo sido escogido en otras antologías anteriores como “Ultima Flor del Naufragio” del laureado escritor vegano Pedro Antonio Valdez.
OBRAS: Candela (Poesía, 1991); Tránsito de
Fantasma de Alma Rosa (Cuento, 1996); Azar de
Selección de Azar de la lluvia (Santo Domingo: Cocolo Editorial, 1996)
HONDURA DEL TACTO
Se disuelve en su capacidad la urgencia
inevitablemente material
rasguito no codificado como maquinaria
de abejas.
Están tus rodillas en mi cintura liberando su repertorio
descubriendo el acto donde los suspiros se quiebran.
Transformo la disposición de la carne
por esta realización
a lo soñado contrapongo inimaginada materialización
entero como obstáculo me dispongo
húmedo, simulando una madrugada sexual.
En éxtasis cómplice me ahondo
en pura confrontación con el presagio, distinto
con la atracción desplegada en la hoguera.
Tú surges de la composición primigenia y definitoria
yo me compongo en el testimonio del roce
privilegio la técnica del sudor y su cicuta
en la ortodoxia del acceso a mudas partes.
Voy hecho magia como burbuja satisfecha en su medida
agradezco interpuesto esta hondura del tacto
ahora transcurrida materia de retorno a la contracción.
CONMEMORACIÓN DEL RECUERDO
Te invento sobre mí cuando la noche se escurre
taciturna
y el aceite conmemora su afirmación
entre vellos y manos.
Con ojos de sándalo la forma del éxtasis te doy
imagino tu piel erguida al paso de mis dedos
y no me sacio.
A esta hora mi vida te ofrezco para que vuelvas
al instante primero;
tu estela me restablecería entrelazado por un torrente.
Desciendes a posarte en la ventana de mirar el plenilunio
asaltas mi lecho al tocar los grillos su prístina sinfonía
esa que jamás pudo entonar la garganta que me nombra
en la nada.
Te descubro estampada en el vuelo de alguna luciérnaga
su incandescencia la pasión destapa
y retorno de pronto a la iniciación
del roce primigenio.
La nocturnidad sólo la transita un espejo arrastrando
tu rostro.
Como granizo de fuego un sudor se apodera de mí:
es que tu redondez mi selva asciende.
Convulso como mar en júbilo pregunto
pero la memoria no existe.
Palpo en la lejanía de tus muslos de agua disolviéndose
la trama se tuerce y me sujeta
me ciño al clamor de la palma con un canario
en su centro.
Entonces arriba la destrucción y yo sumergido
en la exuberancia de tu cuerpo.
ARTIFICIO DE MORIR
Sólo sé morir desde que soñar es una daga
contigo tatuada.
Eres la hondera que trastorna mi equilibrio.
Tú mi más sosegadas zonas agitas
con ese pisar.
Libera tu artificio donde encantado se perece
cuerpo que se agranda en la mirada como tormenta
de peces.
Encender el corazón con otra llovizna es incendiar
las venas.
Tu corazón corroe mis rodillas
de su aletazo en mis sienes para la desmemoria.
Luego fluyen esquirlas ante la presencia de unos labios
ya huérfanos, fatigados
anhelando otra forma de sucumbir
a la vez que se redima la exactitud de la carne.
Destilada, ejemplar, florecida
tú inagotable tú más rotunda renaces.
Agoniza mi sol en tanta humedad inabrazable.
¿Cuál materia se multiplica contigo hasta hacerte atroz?
El bronce del rostro precipítase a tu catarata
escapa el sudario mientras incansable te derramas.
Exhausto contemplo tus apariciones sin vestuario:
agonizo al enlazarme tu fuga entre la bruma.
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