Juan Tobías León Ortega
Eres cabeza de serpiente ponzoñosa, reptil maligno de los abismos. Cabeza de lobo feroz indolente, asesino de clorofila, alacrán de desierto sin clemencia, raptor de las aves, de los ríos y de la vida.
Sobre tu estirpe nace la hiedra de mil cabezas que cercena la esperanza. Tu sangre maligna venida de los avernos se postra en el planeta para contemplar la desolación.
Eres sicópata gangrenoso. Por tus venas circula el pus hediondo de los infiernos volcánicos, de las profundidades, de las oscuridades. Tu mirar es sólo desolación y muerte. Sobre tus talones descansan los símbolos de Sodoma y Gomorra.
Las sietes plagas bíblicas te quedan chiquitas, pues eres rey de la erosión, del calor sin brisa, de la rosa marchitada y de la mugre en el estercolero.
Tu vara mágica de la destrucción pretende parar el símbolo armonioso del universo de cosas, creación del paraíso, hermosura de las flores y el humus engendrador de vida.
Róete a ti mismo, delincuente infernal, que algún día la naturaleza habrás de saborear. Tu día final llegará, porque campanas han de resonar, cuando oigas las flores cantar y las aguas danzar.
1 comentario:
Percibo en tú nuevo poema, registros medulares, asociados al concepto de la angustia existencial aportadas por Soren Kierkegaard a la Filosofía .
Soren Kierkegaard fue un prolífico filósofo y teólogo danés del siglo XIX. Precursor del Existencialismo por hacer filosofía del Sufrimiento y la "Angustia" que luego retomaría Martin Heidegger.
De igual manera percibo cierto dolor del tiempo, un aorillar al Surrealísmo Frances.
Apropiado de visones apocalípticas, te veo decretando pena de muertes a los transgresores de la naturaleza
Hay una mezcla de sentimientos confusos y oscuros, amor, desprecio, odio, piedad, propio del existencialismo que experimentan los individuos al enfrentarse a las elecciones que plantea la vida, que en tú caso es ser valiente defensor frente a quienes amenazan “ parar el símbolo armonioso del universo de cosas, creación del paraíso, hermosura de las flores y el humus engendrador de vida”.
Tú creación literaria es medular buena y se inscribe como movimiento filosófico, corriente de pensamiento en búsqueda poética de la armonía entre los seres humanos con su naturaleza divina.
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