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sábado, 15 de mayo de 2010

EXEQUIAS A SANCHEZ CELEBRADAS EN LA CATEDRAL



Tumba de Sánchez en la Puerta del Conde
Reproducimos ahora la crónica que escribió Nicolás Ureña de Mendoza al celebrarse el 4 de julio de 1867 en la Iglesia Catedral, solemnes honras fúnebres tributadas a la memoria del ilustre General Fco. Del Rosario Sánchez y demás mártires de la Restauración, en las cuales estuvo presente el General don Mariano Diez, pariente de Juan Pablo Duarte.
EXEQUIAS
En la mañana del jueves 4 de que actúa, celebrándose en la Santa Iglesia Catedral , con pompa inusitada, las honras tributadas a la memoria del ilustre general Francisco del Rosario Sánchez y demás mártires de la Restauración. A este acto de justa gratitud, tributado por la Patria, deplorando la muerte de sus héroes, sacrificados en la bárbara hecatombe , asistieron el general Presidente de la República, ciudadano José María Cabral, el Consejo de Secretarios de Estado, el cuerpo diplomático , el judicial, el administrativo y demás corporaciones y autoridades, tanto civiles y militares. Un gran número de personas notables, de esta Capital, algunos extranjeros y varios amigos del general Sánchez, honraron con su asistencia la fúnebre ceremonia. Entre estos últimos se hacía muy notable la presencia del general Mariano Diez, pariente inmediato del patriota general Juan Pablo Duarte, en cuya cabeza bulló la primera idea de nuestra Separación de Haití: es decir que Duarte se le debe la concepción del pensamiento, y a Sánchez se le debe la realización. Duarte pensó como patriota: Sánchez obró como valiente. Por eso en la noche del 27 de Febrero de 1844, vimos que el nombre del primero alentaba la juventud y la llenaba de férvido entusiasmo., y el del segundo, acaudillándola, arrebatado de un coraje heroico, trepar al baluarte del Conde a plantar, intrépido, la bandera nacional que había de significar, nuestra eterna independencia.
No es extraño que Sánchez, impasible en su destierro, despertara asombro de su aparente patriótico sueño, para escuchar la noticia del aniquilamiento de su obra del patriotismo… de la absorción de la República Dominicana, involucrada a la Nación Española.
Sánchez en el ostracismo es tan grande como el 27 de Febrero: convoca a sus compañeros de armas, que se hallaban como él en el destierro, les arenga, les persuade y les hace comprender que la anexión a España “era un crimen, era la muerte de la Patria. Después le añade: he creído cumplir con un deber sagrado poniéndome al frente de la reacción que impida la ejecución de tan criminales proyectos, y debe concebir desde luego, que en ste movimiento revolucionario, ningún riesgo corren la independencia nacional ni nuestras libertades, cuando la organiza el instrumento de que se valió la Providencia para enarbolar la primera bandera dominicana”.
Sánchez era uno de esos grandes hombres que han sabido unir acción al pensamiento., y es por eso que ya el 20 de Enero de 1861 se le ve pisar el territorio de la República, entrando por Haití con unos cuantos sobresalientes bravos que le acompañan. Entre ellos se encontraban el ilustre general Cabral, Presidente de la República, que no menos patriota y valiente que él, decía a los dominicanos: “vosotros me conocéis., conocéis mi patriotismo y sabéis también que al frente de la reacción nacional se halla el caudillo de nuestra independencia. Nuestro honor nacional está ileso: el general Sánchez os lo ha asegurado, y yo os lo garantizo”.
Palabras son estas de que también a su tiempo se amparará la historia, para embellecer con más lauro la página reservada al general Cabral. Pero la predicción de Sánchez se cumplió. Sánchez en la manifestación que dirige a sus conciudadanos la había vaticinado con una inspiración verdaderamente profética: si la maledicencia, dice bucare pretextos para mancillar mi conducta, responderéis a cualquier cargo, diciendo en al voz, aunque sin jactancia, que “yo soy la bandera dominicana”. Se cumplió, si se cumplió, por que las tropas españolas ocuparon el territorio, porque la supuesta anexión había dado muerte a la República el 18 de Marzo, y por que todos los esfuerzos de aquella terrible lucha fueron inútilmente empleados. Sánchez era la personificación de la República. Sánchez le dio vida al 27 de febrero del año 1844,. Y con ella debió morir el 4 de Julio de 1861. Mas, si grande le hemos contemplado siempre en su vida política, desinteresada y patriótica, veámosle sublime de rodillas, aguardando la descarga que debía terminar sus días. En esa lucha terrible de la vida con la muerte, dirigiéndose a un amigo que tenía a su lado le dijo estas palabras tan célebres como sentidas: el ultimo encargo que te suplico me hagas, es el que le digas a la juventud dominicana, que yo al instante de morir, aludiendo a la República, digo como Kosciusco Finis Polonia.
La familia y hermanos del ilustre Sánchez y mi distinguido amigo Félix María Delmonte, admitirán este homenaje de lágrimas tributado a la memoria de uno de mis mejores amigos-Nicolás Ureña de Mendoza.
El MONITOR, núm. 96, Santo Domingo, 6 de julio 1867.
(Periódico oficial del Gobierno Dominicano)

Henriette Wiese
Henriette Wiese
Muy bien que publiquen informacion historica como esta de suma importancia para los dominicanos...


Glenis Tavarez
Glenis Tavarez
Buen trabajo!!!!

Victoria Montes de Oca
Victoria Montes de Oca
Excelente documento, Ike felicidades y gracias por proporcionarnos tan valiosas informaciones de nuestro querido San Juan. GRACIAS IKE

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