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sábado, 8 de enero de 2011

Los Recio, familia legendaria sanjuanera

LA RESISTENCIA SANJUANERA


José Enrique Méndez

Soñando con ser artillero del Ejercito Nacional Dominicano, llegó a la vejez, frustrado en sus sueños de veterano.
El viejo Robín Recio, bajito, con rígido temperamento administraba su Taller de Herrería, con maestría sacaba ventajas a la Fragua, el martillo machos y el cincel; cortando el hierro caliente sobre el yunque construía rastras, arados y estructuras metálicas para las labores agrícolas de San Juan de la Maguana.
Las desarrolladas técnicas en la fabricación de piezas forjadas, le permitieron
obtener permiso oficial para la reparación de escopetas, esmerándose en dotarlas de bellos y fuertes guardamontes.
Algunos cuentan que a escondidas, el viejo Robín reparaba desde armas livianas, pistolas calibre 45, Fusiles Máuser, hasta las temibles Carabinas y Rifles automáticos “San Cristóbal”.

La leyenda:

El viejo Robín Recio, conocía de cerrojos y percutores, abrazaderas y alzas, de las ventajas de cada cañón estriado, del calibre o diámetro de cada cápsula o proyectil, de la corta o larga cámara interna de cada arma de fuego. Sus conocimientos sobre las armas aumentaban su fama como temible, experto y/o maestro tirador.
Se rumoraba que junto al resto de su familia, Robín era un revolucionario, comprometido con organizaciones políticos clandestinas que luchaban en la nación Dominicana por su libertad democracia e independencia.

Algunos comentaban sobre acciones subversivas obras de sus hijos Dany, Juanito, Marcos y Nono, quienes habían heredado y aprendido el arte y pasión por las armas.
En el centro de la vieja ciudad de claros trazados y excelente división urbanística,
La Vieja Casona de los Recios, era un templo de inscripción para la conspiración.
La Casa Grande de Madera, con cierto señorío tradicional, era para la imaginación popular algo más que una hermosa casa colorida y pueblerina, era un camuflado Búnker de madera, con ocultos cajones corredizos incrustados en las paredes, donde escondían documentos, armas y municiones destinadas a la conspiración contra la dictadura de Rafael Leonidas Trujillo.

La Vieja Casona, que en tiempos atrás fuera Hogar de estudios de la comunidad, ahora con alta verja, en apariencia protegía los Talleres de Herrería y Ebanistería de la familia Recio de San Juan, pero a la vez protegía a los que se sumaban a la creciente toma de conciencia en defensa de la libertad, la soberanía del pueblo dominicano en contra de la dictadura trujillista, sus injusticias y humillaciones.

Atreverse a cuestionar el régimen trujillista, era tarea de verdaderos hombres revolucionarios, y los Recios en San Juan, con sus hazañas demostraban día a día no tener miedo.

Trujillo, en su egocentrismo, había decidido rebautizar a la provincia de San Juan”, con el nuevo nombre de Provincia Benefactor. Como premio, el tirano, privilegiaba la ciudad con su visita de tres días, hospedándose en el lujoso Hotel Maguana.

Paimel, cocinero oficial de Trujillo, de origen Ingles, instruía a cada cocinero del Hotel Maguana: Doña Bartola, Vitalina, Lerida y el ayudante Esteban fueron encargados de la Cocina, siempre bajo su supervisión.
Homero, Zoilo, Deseado y Sergio, fueron nombrados Camareros oficiales.
El negro Paimel, instruía y ordenaba al jovencito Onelio Sánchez encargado de la Piscina del Hotel a la vez que le confiaba la compra de vegetales frescos, para la comida del jefe.
Onelio no dejó de advertir que el jefe, era el hombre más protegido del país y quizás del mundo, contaba sorprendido, como Paimer inspeccionaba con una extraña maquina eléctrica, los alimentos comprados para el Jefe, la cual era capaz de detectar hasta un palito que hubiese incrustada en una berenjena.




La población sanjuanera que soñaba con la caída del régimen, escuchaba de manera clandestina las continuas exhortaciones conspirativas de Radio Habana Cuba contra la dictadura de Trujillo. Las exhortaciones incluían recetas de cómo preparar bombas de fabricación caseras de las llamadas “nipples” u otras de tipo en forma de petardos grande.

Nibín, junto a Yipe (Contrabajo de la orquesta Libertad) y La Petusa (Tamborero), optaron por celebrar en honor al Dios Baco, celebraban otro día de dura faena y como costumbre ingerían ron 42G- a medio peso el pote-, vociferaban y como siempre embriagados amanecían formando la acostumbrada pirámide humana
-uno encima de otro-

Aquella mañana Ramón y Chino, denunciaban a José Aníbal Paniagua Tejeda (a)
Nibín (la culebra) y Dany Recio. Fueron acusados de pretender fabricar y colocar un artefacto explosivo bajo el puente que pasa sobre el río Jinoba en la entrada de la ciudad. Fueron conducidos junto a Claudio Rafael Méndez Rosado bajo arresto a la temible cárcel de tortura conocida como "La 40" en la ciudad capital.

Desde entonces creció la resistencia contra el régimen de Trujillo en San Juan de la Maguana, antes iniciada por Dr. Alejandro Cabral, Dr. José Arcadio Rodríguez, Dr. Octavio Rodríguez, Otilio Méndez Abreu, Lic. Emilio de los Santos.
Muchos sanjuaneros se sumaron a la lucha contra la dictadura.
Desde entonces El Mago (cojito), mecánico de bicicleta se dio a la conspiración.
Desde entonces en la clandestinidad, de la mano de cada alborada, la resistencia en San Juan de la Maguana, creció.
Muchos se sumaron a La resistencia contra el régimen de Chapita.

Muchos jóvenes levantaron la bandera en la lucha contra la dictadura, profesionales de la talla del Dr. José Arcadio Rodríguez Suzaña, Dr. José Oscar Viñas Bonnelly, Otilio Méndez, Rafael Méndez Abreu, Prof. Víctor Fleury, Dr. Efraín Calderón, Danny Recio, Fausto Rodríguez Mesa, Ing. Jaime Capell Bello, Emerico Capell Bello, Claudio Rafael Méndez Rosado, Andrés Antonio Liranzo, conformaron, un gran frente moral por la democracia y contra la dictadura trujillista en San Juan de la Maguana, República Dominicana.


Aparecieron entonces los agentes encubiertos de llamado SIM, "organismo puramente criminal y represivo, listo a lanzarse sobre toda oposición a la dictadura trujillista", los cuales la sabiduría popular bautizó con el nombre de Calieses. Aquellos exhibían pistolas semiautomáticas Browning calibre 28, hablaban de mejores ingresos para la población, de planes de asistencia social, subsidios personales, Prosperidad, estrenaban como
Consigna las palabras: Rectitud, Libertad, Trabajo y Moralidad.
El nuevo jefe del Servicio de Inteligencia Militar, SIM, en San Juan traería como misión conformar un cuerpo de Choque civil.
Freddy Rivera, reconocido proxeneta, programaría las acciones intimidatorios y de terror.
Nibín Michel (hijo de Ovidio, el brujo de la C/12 de Julio), sería un Calié en Bicicleta
Y así entraron tantos....que llegó el momento en que en cada familia por lo menos había un informante.

De nuevo el Miedo se apoderó de la población.

-¡Están masacrando a Víctor en la Barra Cidra!-
La desgracia continuaba apoderándose de Víctor, ahora le tocaba a Bienvenido ser el verdugo. Descargaba con fuerza su mano llena de metales (“manoplas”), contra su cara frágil.
Víctor rodaba sangrando por el suelo
Nadie se atrevió a levantar a Víctor Manuel Rodríguez Marcano, padre de nuestro famoso pelotero de grandes ligas Alex Rodríguez. Por ser militante antitrujillista, organizado entonces en la Unión Cívica Nacional, UCN, Víctor recibió para entonces en carne viva la represión de la dictadura trujillista.

El miedo hizo su reinado. Cada vez más el miedo.

¿Fue a propósito de todo esto que Sobieski escribiera:

“Miedo a las armas, a su algodón y a su seda
El miedo, es la inseguridad del mañana; la pesadilla de ayer.
Trujillo y Balaguer, son los dos más grandes miedos en la conciencia nacional. Su vergüenza más amarga.
El miedo nos volvió polvo, Lodo, Sal.
Nos amargó la existencia. Nos cuajó las entrañas
Nos derrotó
A los héroes y mártires traicionó.
Al Marinero “MESÓN”, brotó los ojos en la CUARENTA
(Tus ojos nos duele aún, negro MESÓN.
El miedo doblegó, arrodilló a nuestros padres y a la generación de nuestros padres;
Acobardó definitivamente a los de doble-moral,
Vendedores de creencias.
El miedo penetró las ergástulas de la patria y extendió su reinado.
¡Pobre Patria!
Rafael Valera Benítez, en la obra “Complot Develado” narra como el Movimiento Revolucionario Catorce de Junio logra organizar las primeras células y grupos de su movimiento revolucionario en San Juan de la Maguana: El abogado Luis Rafael Gómez Pérez “viaja al sur del país y organiza en San Juan de la Maguana el grupo correspondiente a esa ciudad en entrevista que celebra con el ingeniero Jaime Capell Bello, Fausto Rodríguez Mesa, Víctor Fleury y José Agustín Villamán

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