POESIA ADOLESCENTE
Por: Surivan Acosta Rivera
Marjorie...
Te amaré
hasta que el Sol
se apague
El Mar
se evapore
Y al Desierto de Sahara
se le acabe la arena
Te amaré
X 100 Pre
Bayamón, Puerto Rico
14, Septiembre, 2001
Adolescente de 13 años de edad. Nació en Bayamón, Puerto Rico, Isla del Encanto. Tierra de Betances, Eugenio María de Hostos y Pedro Albizu Campos. De padre dominicano (San Juan de la Maguana) y madre borinqueña. También nuestro poeta nacional Pedro Mir, comenz162 así (padre cubano, madre borinqueña, nacido en San Pedro de Macorís). Su primer texto poético es “Marjorie” (14 de Septiembre, 2001). ¡Tenía que ser! Todo buen poeta ha de comenzar en la Mujer para luego ir hundiéndose en el procelosos Mar de la existencia humana, en el misterio insondable de la vida. “A Mi Abuela Nana”, es su segunda producción poética (10, octubre, 2001), franca declamación y revelación de su oculto amor filial. Arranca con ímpetus grandes, infinitos, con un amor que no le cabe en el pecho, otra condición del Poeta. Poquedad para él es el Mar, el Desierto de Sahara; intuye la insistente terquedad de la luminosidad del sol, de su permanencia cotidiana. Aunque no sospecha aún las leyes de la dialéctica de que la existencia se mueve en “ciclos de vida” cada vez que cumplimos cierta misión, prefiere el “Tiempo Astrológico”, tiempo elástico que Albert Einstein masticó bajo sus bigotes. Aquel mismo tiempo que el más grande de los bardos rumanos: Mihai Eminescu, usara cuando escribió su Poema “Luceaful” (“El Lucero”): “...Luceaful, ca in cerul a rasarit/are o cale asa lunga/ ca mii de ani are trebui/lumina sa ne ajnga...” (“...El Lucero que en el cielo ha aparecido/tiene un camino asi de largo/que miles de años tomó/su luz, para que nos llegara...”) Bienvenido a ese mundo diáfano de la Poesía, adolescente poeta dominicano- borinqueño. Sobieski de León, San Juan de la Maguana, R.D.
ABUELA NANA
He buscado respuestas
a mis preguntas
una de ellas
quién es más dulce
gentil y sabia
que mi abuela
He concluido que nadie lo será
porque en sus manos arrugadas
se ve el trabajo y sabiduría
que tienen al pasar los años
sólo hay una abuela como tú
Bayamón, Puerto Rico
10, Octubre 2001
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