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lunes, 12 de agosto de 2013

UN TESORO HISTORICO DOMINICANO AHORA EN GRAVE RIESGO DE DESTRUCCION- Primera entrega

Los restos de uno de los primeros ingenios azucareros de las Américas ubicados al sur-este de la ciudad dominicana de San Juan de La Maguana, escenario de los comienzos del encuentro entre europeos, indígenas y africanos que marcó para siempre lo que sería el “Nuevo Mundo”, están hoy inundados por canales agrícolas que podrían deshacer para siempre sus estructuras en muy poco tiempo.
 


Restos de las paredes del antiguo ingenio azucarero colonial edificado probablemente en el siglo XVI en lo que hoy es el paraje de La Culata, al sureste de la Ciudad de San Juan de La Maguana, República Dominicana, totalmente inundados por aguas de irrigación y arropados por un densa y agresiva vegetación tropical típica de la zona.  Estas condiciones propician un proceso de destrucción que podría llegar a colapso y desintegración en cualquier momento.  La foto es del 27 de julio del 2013.


Bogota, New Jersey, Estados Unidos.-Viernes 9 de agosto del 2013.
 Por Anthony Stevens-Acevedo. (Primera entrega de un testimonio-reflexión sobre el estado de varios sitios coloniales dominicanos en la actualidad.)

La ciudad de San Juan de La Maguana, localizada en unos de los mayores y principales valles agrícolas de la República Dominicana junto a la  ladera suroeste de la principal formación montañosa del país, la Cordillera Central, es uno de los focos principales de localización de yacimientos arqueológicos pre-colombinos de Las Antillas, debido a que a la llegada de los europeos a la isla que Colón bautizó como La Española en 1492 la zona era lugar de amplio asentamiento de población taína.  Esa misma abundancia de población indígena y la fertilidad de sus tierras, por otra parte, la hizo a su vez, en las décadas subsiguientes, foco de asentamiento de los nuevos colonizadores europeos, ansiosos por enriquecerse en el --para ellos-- nuevo escenario antillano explotando la fuerza laboral de la población indígena local, primero excavando oro de aluvión, y luego, cuando éste se agotó,  produciendo con mano de obra forzada indígena y, sobre todo africana, el primer azúcar de cañas de las Américas para exportarlo a Europa con una ganancia, en lo que fueron los primeros experimentos capitalistas-esclavistas practicados en el continente.



Durante la jornada del sábado 27 de julio recién pasado, un pequeño grupo de investigadores formado por arqueólogos e historiadores dominicanos que visitó la zona específicamente con el propósito de conocer mejor y estimar el estado de conservación de varios lugares de las más antiguas factorías de azúcar coloniales de las Américas localizados en las inmediaciones de San Juan de La Maguana, parte del preciosísimo tesoro cultural de la República Dominicana en este sentido, pudieron comprobar con considerable escándalo como los pocos restos de paredes y otras estructuras de uno de estos antiguos ingenios, localizado hoy al sur-este de la ciudad en el paraje de La Culata, en medio de tierras agrícolas inmediatamente al norte de las cloacas a cielo abierto de este centro urbano, se encuentra totalmente inundado por una constante canalización de aguas de regadío que, en dirección norte-sur, vierte su cauce final precisamente en el centro de las mayores estructuras que sobreviven del ingenio, ahora cubiertas por  una espesa maleza tropical típica de la zona que con su vigoroso crecimiento alimentado por el agua abundante amenaza con completar, por arriba y con sus raíces, la destrucción de la piedra en sus partes todavía expuestas que, por debajo, ya está haciendo el mismo agua sobre las piedras sumergidas.

Lo que podría ser desde hace tiempo un lugar histórico integrado en las rutas de promoción cultural de una de las potencias del turismo de sol y playa caribeño de hoy en día como lo es la República Dominicana, y un lugar de visita ritual para estudiantes como parte del sistema educativo público dominicano, languidece peligrosísimamente en lo que más bien parece una laguna tropical oculta entre una espesa maleza vegetal a la vera de una ciudad y una nación con unos vestigios de un pasado histórico único no sólo en el Continente  Americano sino también en todo el Hemisferio Occidental y en lo que hoy en los estudios históricos se conoce como el Mundo Atlántico, ese gran espacio a ambos lados del Océano en el que a partir del viaje colombino de 1492 se desataron todo tipo de intercambios que cambiaron para siempre la faz de las sociedades del Planeta.  





Imagen más cercana del mayor fragmento de pared de los que sobreviven a la vista hoy del antiguo ingenio colonial localizado en el paraje La Culata, al sureste de la ciudad de San Juan de La Maguana en la región suroccidental de República Dominicana.  Obsérvese la agresiva penetración de la potente vegetación endémica de la zona sobre el material de piedra expuesto al aire, y el nivel de inundación por el agua de riego en su parte inferior.  Una combinación perfecta para una destrucción acelerada.  Hay razones para pensar que se trata de una de las primeras  construcciones de industria azucarera de las Américas, quizás de entre los años 1510s y 1520s.     

Continuará




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