NACE VICTOR GARRIDO

EFEMERIDE LITERARIA DOMINICANA: NACE VICTOR GARRIDO

Por: Miguel Collado

El 2 de marzo de 1886, en la ciudad de Santo Domingo, nace el poeta, educador, historiador y civilista Víctor Garrido Puello, hijo de la poetisa Ana Josefa Puello. Intelectual dominicano de múltiples facetas: poeta, ensayista, historiador, orador, educador, abogado y político.

Graduado en Derecho, fue Secretario de Educación Bellas Artes y Culto; antes, había sido profesor en  las provincias de Azua y  San Juan, donde vivió y formó familia. Además de ser Miembro de Número de la Academia Dominicana de la Historia la Academia Dominicana de la Lengua lo reconoció como Miembro Distinguido y por esa entidad fue delegado de República Dominicana en el I Congreso de Academias de habla española celebrado, en la capital mexicana, durante los meses de abril y mayo de 1951. Al evento lingüístico acudieron a 115 delegados, representando a 19 de las 20 academias existentes en ese momento en el mundo hispánico. Detalles en torno a ese congreso aparecen en el libro el libro “Orígenes de la Asociación de Academias de la Lengua Española”, editado en 2010 por el Fondo de Cultura Económica de México.

Obras de la autoría de Víctor Garrido son las siguientes:

1940 “La conquista de la gloria”

1943 “Trujillo, restaurador de la independencia financiera de la República Dominicana”

1954 “Poesías completas, 1910-1954”

1959 “Los Puello”

1962 “La política de Francia en Santo Domingo”

1965 “Poesía completas, 1904-1963” (2 vols.)

1970 “En la ruta de mi vida”

1971”Espigas históricas”

Textos suyos aparecen recogidos en el libro “Perlas de la pluma de los Garrido”, compilado y editado por el periodista y dramaturgo sanjuanero Edgar Valenzuela y publicado en 2009 bajo el auspicio del Archivo General de la Nación de República Dominicana. Azuano de nacimiento, en su informe oficial sobre San Juan de la Maguana ― “Común de San Juan”, contenido en este volumen, págs.. 275-293― Garrido hace una tierna y humana descripción del sanjuanero, dejando, así, plasmado su amor hacia su patria chica adoptiva:

“El habitante de esta común es apacible, de índole bondadosa, hospitalario en sumo grado. En cualquiera casa urbana o rural que usted llega, salvo que la penuria sea mucha, encuentra alojamiento, comida y cama gratuitamente. Nuestros campesinos se tratan con la mayor familiaridad generalmente, están unidos por los vínculos espirituales del compadrazgo”.

De su obra “Los Puello” ―2.a edición. Santo Domingo: Secretaría de Estado de Educación y Bellas Artes, 1974. Págs. 173-174― citamos un fragmento del capítulo XXXVII: “Duarte y Santana”. Plantea con brillantez su visión histórica sobre el papel jugado por ambos personajes en el fragor de la lucha por la independencia nacional, estableciendo un paralelismo entre ellos:

DUARTE Y SANTANA

“No creo que pueda sostenerse con buen éxito la tesis de que Duarte y Santana forman el binomio de nuestra independencia, como no creo tampoco en !a llamada "trilogía gloriosa nacional", creada por el oficialismo del pasado, en interés de sentar junto a Duarte a dos de sus seguidores. La función de engendrar es que da la paternidad. La idea de independencia fue un engendro de la mente privilegiada de Duarte. De su cabeza saltó La Trinitaria armada para la conquista de la libertad, como Palas Athenea de la frente de Zeus. Por qué darle tres padres a la Patria?

El binomio es una expresión algebraica que implica suma o resta de dos términos. Es de la naturaleza de estas operaciones la homogeneidad de las cantidades que entran en ellas. Duarte, inventor de la independencia, y Santana, espada de la misma, según lo consideran sus panegiristas, son los elementos más heteróclitos en el drama político de nuestra historia. Duarte representa el principio de la independencia pura y simple y muere abrazado a ese principio que consagra en el artículo 6 da su proyecto de Constitución, diciendo que "la Ley Suprema del Pueblo dominicano es y será siempre su existencia política como Nación libre e independiente de toda dominación, protectorado, intervención e influencia extranjera, cual la concibieron los fundadores de nuestra asociación política al decir (el 16 de julio de 1838) Dios, Patria y Libertad, República Dominicana, y fue proclamada el 27 de febrero de 1844' y que reafirma en el 17 cuando expresa que "debiendo ser la Nación dominicana siempre libre e independiente, no es ni podrá ser jamás parte integrante de ninguna otra nación, ni patrimonio de familia ni de persona alguna propia y mucho menos extranjera".

Cantor romántico de alta cultura, de su producción poética hay que destacar sus romances, sus sonetos y sus poemas eróticos. Era un artífice del romance patriótico. A juicio del crítico Manuel Rueda, Garrido Puello es un “Poeta pulcro, apegado a las formas tradicionales del verso, que cultivó con elegancia y cierta lozanía que lo distinguieron de entre todos los poetas románticos de su época. Escribió sonetos y romances patrióticos que

exaltaban las glorias de nuestro pasado” [“Dos Siglos de Literatura Dominicana (S. XIX –XX). Poesía (I)”. Santo Domingo: Editora Corripio, 1996. Tomo X. Colección Sesquicentenario de la Independencia Nacional. Pág. 395]. Muy conocido y antologado es su “Romance de la llanura”. Una muestra de su maestría como sonetista es la pieza poética “El regreso”, antologado por el investigador mocano Julio Jaime Julia en su  “Un ciento de los mejores sonetos dominicanos” (Santo Domingo: Editora Taller, 1977). A continuación lo transcribimos del libro editado por nuestro amigo Edgar Valenzuela:

EL REGRESO

(Poema a San Juan)

Retorno a ti para vivir de nuevo

pues siempre vas al corazón prendido,

y tu recuerdo por el mundo llevo

como la novia que jamás olvido.

En tus llanuras cultivé mis flores;

en tus florestas aprendí mi canto;

soy un pájaro más de tus alcores

que en la ciudad envejeciera un tanto.

¿En dónde está cuánto me fuera amado?

¿La plaza con sus próceres laureles,

el prado en flor, el jabillar del río...?

Las mudanzas del tiempo te han cambiado,

y sólo mis nostalgias les son fieles

a todo aquel encanto que fue mío.

Pablo Víctor Garrido Puello, falleció, en la misma ciudad que le vio nacer, el día 23 de abril de 1972, pocos meses después de haber cumplido los 86 años de edad.