Roberto
Rosado Fernández Profesor
UASD, San Juan de la Maguana.
Esta época es la de la digitación,
de la información. Las generaciones adultas están en la obligación de colocarse
a la par del curso acelerado de los
avances tecnológicos so pena de quedar atrás
que lo convierta en analfabeto funcional.
Esta reflexión centra la
atención en ese mundo, del cual, parece
no escaparse y en el cual, dada su celeridad, debe introducirse de inmediato.
Diversos ensayistas se han referido al tema dejando la educación con el
compromiso de repensar y reestructurar sus modelos de enseñanza, los cuales no
solo abarquen a la infancia y la adolescencia, sino también a los adultos y
toda la ciudadanía, dado su condición de factor clave para el desarrollo
político, social, cultural y económico de esta nueva etapa de la civilización
de la cual formamos parte.
Se refieren a los discursos sobre
la sociedad informal. En este sentido la “tercera revolución industrial”, que
produjo una importante y profunda transformación de las estructuras y procesos
de producción económica, de las formas y patrones de vida y cultura de los
ciudadanos, así como de las relaciones sociales, se convierte en el elemento
fundamental para el cambio que se presenta hoy día.
Es innegable el cumulo de
beneficios que ha proporcionado a la humanidad el uso de tecnologías en su
quehacer cotidiano. Desde el intercambio cultural, a través de la brecha
digital, la rapidez con que llega y se procesa la información, la facilidad en
la obtención y cálculo de los datos, la facilidad con que se entra en contacto
con realidades distintas, hasta la posibilidad de reducir distancias son entre
otras las luces que contribuyen a ser
más ligero nuestro accionar diario.
Sin embargo, existe el gran peligro
de la pérdida de identidad y la
disminución de la posibilidad de mejora
del conjunto de los ciudadanos. Se disminuye la posibilidad de un modelo
democrático y de la creación de un equilibrio en la distribución de las
riquezas. De esta manera el acceso a la
tecnología por su costo se hace limitativo de los sectores de menores ingresos
engrosando las arcas de los que más pueden obtenerla aumentando la desigualdad provocando, en
muchos casos enfrentamientos que abarcan áreas diversas que llegan directamente
a la cultura.
La presencia de la tecnología y su
acelerado proceso de inserción en la sociedad de la información complejiza la
educación. Estas tecnologías ocurren en espacios de tiempo tan breve que en un
mirar y cerrar de ojos una sustituye la otra sin que, la mayoría de los casos,
se haya aprendido la anterior, por esta razón frente a un proceso parsimonioso
de adaptación a la innovación tecnológica, en la actualidad asistimos a una
revolución que ocurre en el seno de nuestra vida cotidiana.
El mayor esfuerzo de la
educación debe centrarse, a partir de
esta realidad, en la inserción e
introducción al conocimiento de esta nueva cultura digital, sobre todo en las
generaciones adultas cuyo nivel de dificultad es mucho mayor que las
generaciones jóvenes nacidos en este contexto de la información.
De esta manera se podrá aprender a
procesar la información después de recibirla, a seleccionar las que más
convienen al proceso, aprender lo básico y necesario para el desenvolvimiento
cotidiano y establecer niveles de relaciones con otras informaciones.
Estaríamos, además, comprendiendo
los cambios que las nuevas tecnologías han introducido no solo en las
estructuras laborales sino en las actividades de varias áreas profesionales.
El mundo de hoy está sometido a un
constante cambio, prepararse para accionar al compa de los mismos implica la
comprensión de cada situación. Todas las instancias de la sociedad deberían ser partícipes de igual manera, sin
embargo, por razones económicas, políticas, religiosas, culturales, entre
muchas esto no es así. Las instituciones del estado deberían articular planes
para lograrlo y no se vislumbra que estén preocupados por hacerlo. En este
escenario hay que alertar, y, eso hago para que, estado, escuela hagan una
alianza con el resto de la sociedad para que la sociedad de la información sea
por igual para todo y así las sombras las convirtamos en luces.
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