José Enrique Méndez
La palabra es esqueleto de la flama
transeunte robado
oteando el eco como huella escapada
Palabra soplada
poder de las letras capaz de recuperar
la iluminación del todo y de la nada
Desde la identidad, de la memoria
corriendo desde el mar, tomó prestada su voz
sonámbula reconcilió como esfuerzo compartido
con el lenguaje del sueño
De las cosas que ya no serán
tomó su pulsión vital, el reconocimiento de la memoria
floreciendo sus crisoles de creación
creando pináculos, monumentos
organizando los cuerpos en segmentos
arcos de colores
conformando el que hacer poetico que me habla.
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