Por José Danilo Domínguez.
Mi canción fue esculpida
en un orgasmo de guitarra.
Mi canción es el Sur.
El Sur de las maracas y tamboras.
El Sur de los sueños calcinados.
Ven, tú. Levanta a coro tu canción.
Ya no hay mariposas en el Sur.
Tan solo piedras calcinadas
en la llanura agreste. Demonios
esculpidos en los guijarros
y los pinos quemados
escupiendo con odio la llovizna.
Ven, tú. Que te sofoca y me sofocas.
Ven a ver como mueren las higuanas
Y las ciguas palmeras.
Mueren como los indios,
como el lamento esclavo.
Como tú y yo morimos,
Lejos del Sur, muriendo,
sin morir, con todos
nuestros sueños atrapados.
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