José Danilo Domínguez
Le pusimos herradura a nuestro sueño
Le pusimos brida a nuestros labios
Le dimos esperanza a nuestro miedo
y aquí estamos ahora, trasponiendo las puertas
para encontrar los besos que nos fueron prestados,
los besos fulgurantes,
los que destellan sangre
en un cielo de pólvora.
Es un cielo fingido. Te cabe en la mochila
que llevas en la espalda.
Te cabe entre las piernas.
Te cabe entre las manos.
Es un cielo fingido el que finge ser cielo.
Es un cielo inventado.
Dale al Sur ese cielo. No le niegues tu mano.
1 comentario:
Estimado Danilo, Amigo de mi niñes.
Tu Prosa me recuerda aquella inolvidable Discusion filosofica sobre los Colores, pues al llegar ahí nos quedamos discutiendo el Negro y te referías a ese color como la ausencia de toda luz y de colores. Planteamiento que me hizo entrar en controversia amistosa y profunda.
Mas tarde en mis estudios de Ingeniería Mecanica, mientras estudiaba las propiedades térmicas de los materiales, las superficies, las formas y los colores, volví a toparme con el Negro, esta vez con el concepto del "Cuerpo Negro Perfecto" Definido como el cuerpo de color que absorbe 100% de la radiación térmica que recibe, y a la vez capaz de transmitir 100% de la energía térmica que recibe.
Nuestra famosa conversacion aquella noche en el parque de San Juan de la Maguana, volvió a estar vivo en mi mente, y nunca la he olvidado.
Hoy te veo y mientras pienso en tí, aquel amigo, del cual las vueltas de la vida dictó distancia, te veo no con el pelo negro con el que siempre te recuerdo, sinó con un pelo blanco, No el joven delgado y alto, sinó con unas saludable libritas que entonces no te acompañaban. Pero aun así tus rasgos me fueron tan familiares que no se rapido te pude reconocer, y al leer tu escrito y presentar los fugaz y esquiva que son las cosas, imagenes, y aun el mismo cielo al que haces referencia, aun cuando frustrado por la corrupción y la inequidad con que se roban el patrimonio de mis compatriotas, de alguna forma, no se si para bien o para mal, llega la esperanza que un Danilo, tu tocayo y compueblano, pueda darle al Sur ese Cielo en el que piensas y al cual haces referencia.
Te afirmo, para que no haya confusión, que no pertenezco a ningún partido politico, y mis expresiones en el penultimo parrafo es una esperanza que aflora a mi corazón, sin otro interes que no sea el de ver mas equidad en la vida de nuestros pobre gente que con tanta precariedad se tiene que bandear el dia, quizas con una aguita de azucar por desayuno,comida y cena.
Un abrazo de Hermano, para tí y tu familia.
Rafael L. Lama Gattás
rlama@caribe.net
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