Por: Bienvenido Acosta
La ciudad de Puerto Plata es un importante polo turístico y como tál recibe mucha influencia extranjera de modo tal
que la percepción que de la vida tenían los lugareños ha ido cambiando paulatinamente. Hoy, los criollos exigen
estándares de vida más altos debido al contacto con Europeos y Norteamericanos.
No es dificil ver en sus calles el vehículo modelo del año siguiente. Así de "adelantados" estamos los dominicanos.
Recuerdo que con mi modesto sueldo de pastor y el regalo de un amigo, pude comprar un auto viejo
Ford Broungham,LTD,que desentonaba con todo lo que circulaba por la ciudad, era una carcacha pero corría bien, se veía mas o menos salvo por algunos "picaditos" en la carroceria producto del salistre del mar cercano y porque dormia a la intemperie
en la calle.
Todo el mundo sabia por donde iba yo.
"Ahí va el carro del pastor"
Porque entre tanto carros de manufactura japonesa, modernos y modificados, equipados con aparatos de musica potentísimo
las famosas Yipetas, simbolo de ostentacion y lujo, los carros deportivos de los "riquitos del malecón" mi modesta posición
se ponia plenamente de manifiesto. (aunque algunos estaban resentidos porque el hecho de conducir tal carruaje era un pecado de ostentaciٕon y una señal de peculado)
Era una chatarra la cosa aquella pero me transportaba bien.
Existe en puerto plata un famoso "Car Wash" cuyo nombrer me reservaré para no hacer propaganda gratis al cual me dirijí un sabado por la mañana para un lavado.
Al llegar al lugar, estaba lleno de vehiculos que estaban secando y brillando, vehiculos del año que espejeaban bajo el ardiente sol veraniego de la costa Atlántica.
Manejé hasta el lugar de lavado algunos lavadores experimentados que yo conocia estaban desocupados así que me bajo del vehículo y pido a uno de ellos a quien yo conocía bien lavar el carro, este mira al de al lado y con una sonrisa socarrona le dice:
- " Lávalo tú!"
- "Dile a Pancho!" -contestó el otro-
- Jejejeje! Quien yo? Yo solo lavo carros nuevos! dijo el otro mientras exprimia una lanilla húmeda.
- "Pués lavalo tú Arturo!"
- "No! yo voy a lavar aquella yipeta blanca" -contestó Arturo.
Ante tal negativa me disponía a marcharme del lugar avergonzado por los mozalbetes que hacian burlas de mi carro.
(Ellos lavaban y recibian propinas en ese entonces de tres o cinco pesos, algunas veces y con mucha suerte diez
aparte de lo que recibian de la empresa por cada lavada)
Un niño muy pequeño se me acercó y tímidamente me dijo:
-"Señor, si usted quiere yo le lavo el carro"
-Ví en sus ojos la ansiedad por una oportunidad,me ví a mí mismo en mi infancia y le dije:
"Okey, lávalo"
El niño hizo lo mejor que pudo y en mi opinión su trabajo fué satisfactorio.Cuando este hubo terminado, me dirijí a la oficina y pagué los veinticinco pesos que en ese entonces costaba la lavada. El niño me miraba ansiosamente esperando recibir los tres o cinco pesos de propina que algunos daban.
Esperé a que los burlones estuvieran todos juntos, llegué y delante de todos le extendí un billete de cien pesos como propina al niño quien on los ojos desorbitados no se atrevía a tender la mano creyendo que era broma.
"Tómalo mi hijo te lo ganaste bien, me gustó tu trabajo" "Tómalos, son tuyos"
Un silencio sepulcral cayó entre los muchachos los cuales me miraban con una mezcla de asombro o intriga.
El proximo sabado llegué al lugar y tan pronto la niquelada naríz del LTD asomó por el portón, una turba de lavadores me cayó
encima como cuando usted riega miguitas de pan a las palomas en una plaza pública.
"Soy yo Señor quien lavará su carro" (decia uno frenéticamente)
Otro ripostaba: " No! Soy yo!"
En la turba reconoci a los burlones del sabado anterior.
Un reconocido rico del pueblo preguntó:
-"Por qué tanto afán en lavar el cacharro del pastor? Yo estaba aquí primero"
(dijo mientras señalaba la flamante Explorer color veige cuyas parpadeantes luces de parqueo la hacian aparecer mucho más atractiva)
"Porque el pastor da buenas propinas y tú no das nada".
( fué la respuesta del atrevido mozalbete)
Es que por la plata baila el mono y las apariencias engañan" No hay más rico que el que actúa con desprendimiento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario