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miércoles, 27 de junio de 2012

Evitemos la devastación y desaparición de los bosques del valle de San Juan.




Por: José Enrique Méndez


¿En dónde está cuánto me fuera amado

¿La plaza con sus próceres laureles,

el prado en flor, el Javillar del río..

Las mudanzas del tiempo te han cambiado
[
1]



El fenómeno de la desertificación en el Valle de San Juan se ha incrementado significativamente, ocasionando aumento de sequías; nuestros ríos han disminuido considerablemente su caudal, afectando las tierras del valle las cuales han reducido su fertilidad.

Los incendios Forestales provocados, para la practica del conuquismo, o siembra de habichuela en las montañas, sumado a otros impactos naturales han precipitado la eliminación del hábitat de numerosas y diversas especies silvestres que hoy se encuentran en estado de extinción o amenazadas.

Félix Servio Ducoudray, en un interesante estudio geológico, titulado "La Naturaleza Dominicana", haciendo referencia sobre los bosques de la región sur, a manera de reflexión manifiesta su preocupación por el alarmante estado de devastación y desaparición de los bosques del valle de San Juan.

Al comienzo todo el valle estuvo cubierto de bosques. Bosques diversos correspondientes a las distintas zonas de vida que en él se entremezclan, separan y suceden; y a más de los árboles indicadores de cada una de ellas (la caoba en el bosque húmedo; la baitoa con cactus y cambrones en el seco; y otra vez cambrones y cactus con la cana en el bosque de transición) crecían los tamarindos con desarrollo extraordinario y sin atenerse muy estrictamente a esa demarcación zonal. Desde la ciudad de San Juan hasta Las Matas de Farfán era un gran bosque de tamarindos, tan poderoso, que parecía que nunca iba a tener fin. Hoy sólo quedan de él algunos testigos aislados. Yo dudo que en otras partes del país haya jabillas más gloriosas; pero allí se ven aisladas, como residuos del bosque desaparecido[2].

Aun conservamos en nuestra memoria los puercos criollos, criados a la orilla del río, rascándose en las enormes javillas.

La tala indiscriminada, los fuegos forestales, han incrementado las devastaciones de nuestra floresta, han alejado las lluvias.

Hermosa era la Avenida Anacaona, coronada de árboles frondosos que guiaban al visitante al centro Ceremonial Indígena del Municipio de Juan de Herrera.

Nostalgia sentimos hoy por el imponente javillar que sombreaba las márgenes del río. Javillar que era expresión de fortaleza de la salud de la foresta y sobre todo del río, que para Don E. O. Garrido Puello….más que sus tierras, llanas y ubérrimas, es su río, de cuyo vientre brota el oro que fecundiza sus entrañas.[3]

Nostalgia sentimos por el fresco en cada recreo, bajo la desaparecida Mata de Laurel en el patio de las Escuelas Francisco del Rosario Sánchez y Mercedes Consuelo Matos.

Nostalgia sentimos por cada Laurel desparecido del Parque Sánchez.

El Valle de San Juan es un excelente productor agrícola, y es el mayor productor de habichuelas de la República Dominicana. Tiene, además, otros cultivos de importancia, como son: el arroz, el maíz, el guandul y la batata, entre otros. Su principal municipio, San Juan de la Maguana, se caracteriza por su producción agroindustrial, que incluye productos lácteos de gran aceptación y consumo, como son el queso, de exquisita calidad y variedad, y el yogur.
En la misma zona del Valle de San Juan de la Maguana, se encuentra el llamado "bosque seco subtropical", caracterizado por un marcado déficit hídrico resultado de una pluviometría (550-1000 mm de lluvia), La Evapotranspiración potencial alcanza unos 1700 mm. Las especies vegetales más caracteristicas de este bosque seco sub-tropical son llamadas: baitoa, guayacán, almácigo y bayahonda.
"Hidrológicamente todos los ríos (Mijo, San Juan, Bao, Blanco) drenan al sur, entrándole al río Yaque del Sur en su larga trayectoria (60 kms) hasta desembocar en el Mar Caribe (Barahona), al oeste otra parte de los ríos drenan hacia el rio Macasías, en el cual le entra al río Artibonito y la penetra en Haití."(ASF).Su clima es generalmente semihúmedo, siendo en ocasiones húmedo en los valles y zonas bajas, llegando a veces hasta muy húmedo en las áreas medias; en las zonas altas de montaña es muy húmedo. El promedio de precipitación anual es de 961 milímetros con mínimo de diez milímetros en enero y máximo de 147 en octubre. La estación seca se extiende desde noviembre hasta abril, y la época de lluvias van desde mayo hasta octubre. Su temperatura promedio anual según la medición desde 1931 a 1983 ha sido de 24.9 grados centígrados y el promedio de días de lluvias al año de 91.5 días.
"El valle está constituido por extensas planices, formadas en su mayoría por materiales sedimentados en ambiente marino. Todos estos materiales pertenecen a diferentes formaciones geológicas, que descanasan sobre un material de rocas duras (calizas eocénicas que corresponden a la formación abuillot.
" La principal riqueza natural delValle de San Juan de la Maguana, la constituye la fertilidad de sus suelos, siendo gran parte de estos aptos para fines forestales (106,741 hectáreas). Hoy el valle de San Juan se ha convertido en uno de los valles más productivos y mejor manejados del país. Sus principales cultivos son arroz, habichuela, hortalizas y pastos para el ganado.
El Valle de San Juan es una de las zonas del país con mejor dotación de recursos hídricos. Los principales ríos de esta provincia son el Yaque del Sur, Río San Juan y Río Mijo; otros ríos cuyas aguas se utilizan para el riego son el Jura, Tábara, Cardón, Río grande, Caña, Yabonico, Macasías, Artibonito y Arroyo Carrizal.
"En la zona del valle de San Juan existen dos presas importantes, una sobre el río San Juan, Sabaneta y la otra parte el río Yaque del Sur(río del Medio, la Cueva y Yaque del Sur), llamada Sabana Yegua. Amabas presas con fines hidroeléctricos y de riego."
Contemplar el Valle desde desde las montañas cercanas, es un disfrute espiritual inigualable, bastaría con llegar en vehiculo al mirador que existe en la cima de la montaña de "Loma Ballestero" sección "Los Montones", del municipio de Juan de Herrera (Casa de Balaguer) y acariciar los encantos visuales del Valle.
En la cordillera Central, entre Santiago y San Juan de la Maguana, entre los parques nacionales Armando Bermúdez y José del Carmen Ramírez, el pico Duarte se alza a 3,087 metros sobre el nivel del mar, desafiando a los aventureros que se atreven a retarlo y alcanzar su cumbre, la más alta de las Antillas. Más de 4 mil personas viven esa experiencia cada año. Antes, es necesario recorrer un escarpado camino de 22 kilómetros que comienza en Jarabacoa, en La Ciénaga de Manabao.
Población, producción e identidad cultural. Polo ecoturístico por excelencia

La Región El Valle cuenta con una población que ronda por los 500,000 habitantes (Censo 1993). Las provincias de San Juan '(alrededor de 250,000 habitantes) Elías Piña (unos 60,000 habitantes) están aún constituidas mayoritariamente poblaciones rurales. Una de las partes más pobladas de la Sierra de Neiba está en su parte norte, en el hermoso valle de Hondo Valle - EI Cercado - Vallejuelo. Las presas de Sabaneta y de Sabana Yegua son dos obras del ingenio humano que, por su ubicación geográfica, la belleza de su paisaje, su aporte a la agricultura dominicana y a la vida humana, y por su producción de energía eléctrica, son dignas de ser visitadas.
Las zonas productivas, con sus cultivos de arroz, habichuelas, guandules, café, plátano, maíz, lechosa, cebolla, plátano, guineo, yuca.... y su ganadería, y las montañas boscosas y las palmeras danzarinas, colorean de verde fosforescente el paisaje. Los más de 3,000 caficultores de las provincias San Juan y Elías Piña le dan una importancia social a la población que depende del cultivo del café, al tiempo que juegan un papel estratégico en la preservación de montañas altas. Los habitantes de la Sierra de Neiba, en especial los de Vallejuelo, EI Cercado y Hondo Valle, tienen como actividad económica principal la agricultura. En la montaña, los campesinos cultivan productos de ciclo corto y rubros permanentes. Por encima de los 1,000 msnm los campesinos, por las condiciones imperantes, agrarias y sociales, y por falta de políticas de usos de suelos adecuadas y la inexistencia de un ordenamiento territorial -el cual ya se está trazando-, han estado practicando la agricultura migratoria de tumba y quema, con resultados catastróficos para la vida del bosque, las fuentes de agua y la biodiversidad. La ganadería extensiva también se acentúa en la Sierra de Neiba. Haitianos y dominicanos intervienen negativamente sobre la zona del bosque nublado, a través de la explotación forestal y de actividades de agricultura migratoria. En Comendador, Pedro Santana y Las Matas de Farfán, los mercados dominico-haitianos son parte importante del escenario de la 7ma. Feria Ecoturística y de Producción, y Bánica (provincia Elías Piña), rayando en la frontera con Haití, marca el tiempo y la historia con su reloj de sol y su iglesia coloniales. Camino a Juan de Herrera, se encuentra uno de los más preciados centros de la cultura precolombina, o sea el Corral de los Indios, colocado en el centro de la Isla. En Maguana, ascendiendo la Cordillera Central, se entra en contacto con la religiosidad popular, representada en el movimiento liborista que se desarrolló a principios del siglo XX. En la Sierra de Neiba, una red de caminos facilita la realización de caminatas y cabalgatas por un día o más. Existe una impresionante cantidad de cuevas verticales o furnias en los alrededores de Los Bolos y Sabana Real, y una cueva horizontal en Rancho de La Guardia, municipio Hondo Valle. La Fundación para el Desarrollo de EI Cercado (FUNDECER) tiene como proyecto establecer en el municipio EI Cercado el primer albergue ecológico de la República Dominicana. En el Parque Nacional José del Carmen Ramírez se encuentran huellas de lo que fueron las costumbres y el modus vivendi, selladas en el arte rupestre, de la cultura taína. Participar en las fiestas patronales y carnavalescas de los distintos pueblos que conforman la vida popular de las provincias San Juan - Elías Piña, con su colorido, vestuarios, músicas, danzas, bebidas y comidas típicas, risas, lágrimas y alegría, es remover la cultura de los ancestros de Quisqueya, revolcarse en el sincretismo religioso, comulgar con la simbiosis cultural (afroantillana, caribeña y europea), determinar una identidad que es propia y retomar el curso del presente para proyectarse hacia el porvenir con la creatividad de pueblos ávidos de nuevos sueños y de mejor vida. Los espacios de la región se encuentran entrelazados como un todo único, llevándonos por distintos caminos a la hermana República de Haití, por lo que, en muchos lugares, las tradiciones y manifestaciones culturales dejan huellas de un pasado y presente comunes, tal como sucede con la región Enriquillo. En síntesis, la región EI Valle es merecedora de compartir, conjuntamente con la región Enriquillo, la posición de primer polo ecoturístico del país.

Fuente: Fasciculo 7ma. Feria ecoturistica y de Producción



Siembra y potrero; eso es ahora el valle de San Juan. Y en los pocos árboles que quedan, sobre todo a orillas de los ríos y los arroyos, orquídeas y bromelias. En la parte seca.[4]

Aun estamos a tiempo: Salvemos los ríos y los bosques de San Juan
Promesas, planes que no se ejecutan, destrucción permanente y al libre albedrío y la impotencia de una ciudadanía que observa con tristeza el final de algo que salvo un milagro, tendremos que evocar.



EVOCACION

Por RAFAEL E. CAAMAñO C.


Con que tristeza eterna

y esta pena tan honda,

añoro el pasado,

que ya no ha de volver.



Recordar densamente,

aquellos tiempos idos

y pensar extasiado,

qué distinto el vivir.



Auscultar el ambiente

insípido y mal oliente,

saber que los paisajes,

bellos, no abundan ya.



Observar en los aires

los pájaros en sus vuelos,

que ya no hacen sus nidos

ni poseen habitad.



Pues allá en las montañas,

los árboles han desaparecido,

los ha destruido el hambre

quizás la insensatez.



Perdida hay tantas cosas,

que hacen los campos tristes

otras están expuestas,

a desaparecer.



Como aquel arroyuelo

de aguas cristalinas,

el cual está matando

la tanta sequedad.



Y aquel inmenso río,

señor de las campiñas,

se esta poniendo viejo,

se esta muriendo ya.



Y aquellas tierras prósperas

orgullo de los míos,

están como mi abuela

llena de ancianidad.



Ya no producen tanto,

como en los viejos tiempos

en que la lluvia a cántaros,

las dejaban mojá.



Y hasta la lluvia amiga,

mi Dios, se esta alejando

pues requiere de bosques,

que absorban la humedad.

--------------------------------------------------------------------------------

[1] Víctor Garrido, El Regreso, A San Juan, Poema



[2] Félix Servio Ducoudray , La Naturaleza Dominicana, Región Sur



[3] E. O. Garrido Puello, El Río, Espejo del Pasado, 1972



[4] Félix Servio Ducoudray , La Naturaleza Dominicana, Región Sur

3 comentarios:

RED SOCIAL DE TURISMO INTERNO dijo...

Ike, tremendo trabajo y que pena que los dominicanos actuales nos enteremos de la gran riqueza y foresta que habia en sjm, pienso que hay que hacer un trabajo de siembra urgente en todo el valle de sjmaguana, como sabes ahora es que estoy conociendo a este paraiso de nosotros, pero lo que habiamos leido siempre fue un oasis y un paraiso en bosque virgen dominicano. gracias por tan interesante informacion

RED SOCIAL DE TURISMO INTERNO dijo...

Ike, tremendo trabajo y que pena que los dominicanos actuales nos enteremos de la gran riqueza y foresta que habia en sjm, pienso que hay que hacer un trabajo de siembra urgente en todo el valle de sjmaguana, como sabes ahora es que estoy conociendo a este paraiso de nosotros, pero lo que habiamos leido siempre fue un oasis y un paraiso en bosque virgen dominicano. gracias por tan interesante informacion

José Augusto Moreta Pérez dijo...

Devastación de los Recursos Naturales.
Es muy buena exposición de los problemas que afectan los recursos naturales del valle de san Juan que datan de bastante tiempo , al punto que sus efectos sin duda alguna ya hace tiempo vienen afectando la capacidad productiva de la región . Esos cambios visibles que se han producido en los recursos naturales han traído consigo la desaparición de especies de plantas que fueron abundantes tiempos atrás en las riberas de los ríos (javillas) y en la transición del bosque seco (baitoa, bromelias, etc.), las que han sucumbido bajo la acción depredadora del campesino que consciente o inconscientemente las han depredado en búsqueda de su subsistencia.
Los que conocemos esa realidad, porque hemos estado ligados al campo directamente y específicamente al valle de San Juan y su entorno, tenemos clara la película de lo que ha venido ocurriendo con los recursos agua, tierra y planta. La realidad es, que como consecuencia de ese grave daño han desaparecido las otrora fuentes caudalosas de agua o es evidente su disminución critica, la cual ya no está disponible en abundancia para el uso humano y los cultivos en los ríos del valle San Juan, Mijo Macacías y sus pequeños afluentes principalmente. Es en razón de ello que resulta imposible encontrar un mínimo rodal de baitoas y encima de ellas la bromelias que podíamos avistar, hace pocos años, cuando nos desplazábamos por los entornos de Pedro Corto, Babor, Cambronal, etc.
En fin, tal parece que la incapacidad y permisividad de las autoridades de todos los tiempos, ha sido el caldo de cultivo para este fenómeno de DEVASTACION de la Naturaleza (ríos, montes y montañas) en el valle de San Juan. Pienso que todavía es tiempo de implementar acciones estatales que reviertan la degradación que se ha provocado y que la misma no se reduce a una mera reforestación de las especies de plantas convenientes sino que la EDUCACION y la CONSEVACION deben acompañar las ACCIONES.