Por: Teódulo Mercedes
Los barrios viejos del inolvidable San Juan, estaban aupados por personajes pintoresco que daban peculiaridad a cada demarcación.
Uno de los sectores de mas vivencia por su desarrollo demográfico lo constituyo el lado oeste del pintoresco parque de los burros , donde lograron establecerse familiares que hoy constituyen orgullo del pueblo sureño y en sentido general de lo que podríamos clasificar como de la dominicanidad
En el cuadrante formado de las calles Estrelleta con Caonabo y Sánchez con Duarte, los personajes mas notables, fueron establecidos en función de sus ascendencias familiares, sus ocupaciones o eventos notables que habían marcado su importancia social o política.
Esta cuadra era el fin de la ciudad en el pueblo en la década de los 70, donde de manera lenta y sin escandalo, se extendía el poblado con los nuevos habitantes llegado de los campos aledaños.
Todavía a esa prolongación, no había llegado el escandalo ni el empuje necesario del recién llegado que busca un espacio apropiado para hacer su nueva vida en un lugar desconocido. Todavía ese nuevo vivir, no había despertado el enojo de las cuadras aledañas que motivo el nombre despectivo de ”las perros ”para los nuevos habitantes del San Juan en crecimiento.
Por uno de esos motivos, en el perímetro señalado, en la Caonabo eran famosos los Méndez, cuyo patriarca era don Fello Méndez, el cual era conocido con la discreción del barrio, por haber sido desafecto al régimen de Trujillo , su formación cultural y su vida de bohemio.También era notoria la presencia de dona Ofilia Acosta, hermana de personalidades de la ciudad, señora de una prestancia inusual madre del ciudadano ejemplar Tousaint, la cual era la modista del barrio y otros mas, así como Patria Pinales proveniente del paraje la Jagua junto a su familia, la cual colindaba con dona Elvira madre de Eugenio , quien también tenia paredes comunes con Elena, quien limitaba la Sánchez con Caonabo hermana de Blanco pepe que habitaba en la Duarte al lado de Luis Castillo.
Continuando en ese mismo orden, pero por la calle Sánchez nos encontrábamos con don Reyes ciudadano adorable, cuyas manos lograron crear los mejores jardines que se observaban en las escuelas en las que día y día que asistíamos en busca de la enseñanza y en su tiempo libre, era lustrador de zapatos.
Con sus actividades, logro sacar del olvido a su numerosa familia, haciendo de sus hijos ciudadanos meritorios de su comunidad.
Es todavía uno de los seres mas querido del entorno, por su carácter alegre y servicial, lo cual contagiaba el ambiente al ser en el lado sur ,el vecino de Don Bonito señor, personaje altamente conocido por su acordeón y su pericia en la metal mecánica, en una época de escaso avance tecnológico.
Conversar sobre Bonito Señor es hablar sobre el merengue y el acordeón y rememorar los juegos de gallos en la que fue la gallera vieja.
Constituye uno de los personajes mas importante del folclor regional, porque a través de sus actuaciones se fue introduciendo el merengue en el sur profundo, tierra inolvidable de las fiestas de palos y de creencias religiosas desconocidas en otros lares.
En esa misma calle, frente a Don Bonito, están Quirrin del Valle y su familia numerosa, de los que se destacaron Josefina (FIFA) y Mariano, este ultimo, que siendo minusválido, logro el respecto de los ciudadanos al convertirse en un sastre exquisito y de gran clientela., partiendo para el mas allá a destiempo.
Al norte, en la esquina de la Sánchez con Estrelleta, estaban y aun están , los familiares de Balito, cuyo nombre era Octavio Bautista, marido de BalilaNova,personaje insustituible del barrio, porque era un virtuoso tocador de palos, que con su pericia acompañaba las partidas de los difuntos en su largo viaje a lo desconocido.
Hoy, los estudiosos del folclor de la región del surpretenden entender los compases musicales que hicieron inconfundibles los toque de Balito en las grandes fiestas de palos o en despedidas fúnebres de creyentes de estas sectas religiosas del sur profundo.
Si tomamos por el este de la Estrelleta, luego de abandonar los predios de Tomas Nova y julio, ambos hijos de Balito, el primero ingeniero de petróleo, egresado de Rusia, tocaremos con los que el barrio bautizo como los Trigos, los cuales son los hijos de Adolfo Beltre, familiar de dona Juanita, quien vivía dos casas mas al este, una de las señora de King Marchena, con la que procreó una numerosa familia en los predios de la cuadra, teniendo este don juan antiguo, otra familia cerca del famoso parque de los burros en la otra cuadra aledaña.
Los hijos de don Adolfo, todavía existen en sus terrenos, dedicándose alguno a actividades mecánicas y una de sus nietas se dedico a la vida religiosa convirtiéndose en monja y siendo la primera de su generación y otras, que trascienden desde la fronteras de “los perros “a redentora espiritual.
Hoy, la importancia social de esta familia, esta en la dama de la casa, Dona Justica , la cual con mas de 100 años de edad, conserva una agilidad increíble y una memoria de computadora así como su lealtad a la religión de toda su familia: la evangélica.
Constituyéndose en la narradora oral de los eventos olvidado por las comunidades, así como el sonido real de la memoria colectiva del San Juan en época de crecimiento.
Siendo vecinos de Ramona Caro, donde vivían Suna y su esposo Amable, el cual ayudaba en la vecindad a todos los habitantes cuando tenían problemas jurídicos, porque laboraba en el tribunal de justicia, junto a Elsa, Manuel, Yoyon y Ramón, todos de mi época de formación y desarrollo intelectual.
En la Estrelleta 21 detrás desde el punto de vista geográfico de los Méndez, existía Cristino Pinales hermano de Patria y esposo de Doña Juana, donde con el devenir del tiempo, se hizo famoso porque en dicho espacio se construían los mejores andullos del tabaco producido en los parajes de San Juan, así por su familia, donde habitaba Cadito, hermano de Chichi y Roberto (Trini)un joven con una fuerza descomunal y adicto a la fisicultura que producía admiración en la juventud del pueblo.
Al lado de los mismos, estaban los Mercedes, en la casa numero23, una numerosa familia de diversa formación, cuyos orígenes están el en paraje de la Rubia y La Maguana , cuyo espacio era conocido por el esplendor del jardín de donde todos los días , se cosechaban las flores y rosas que en aquella época solo tenían amantes en las moradas furtivas del lupanar de Goyito.
Pero de igual manera, también se recibían a las madres taciturnas y acongojadas que acudían con rapidez en busca de las plantas medicinales apropiadas para devolverle la alegría al niño enfermo por el parasito miserable que no tenia piedad en su ataque a la niñez desvalida.
En esa misma línea al final de la Duarte, estaban y están los suazos, familia formada por María Polanco y Don Juan Suazo con numerosos descendientes que engrandecen la barriada, con un sentido humanista extraordinario, producto de su militancia cristiana militantes. Se dedicaron a diversos oficios desde la predica religiosa, a la zapatería, carpintería, sastrería y negociantes independientes.
Si continuamos nuestra trayectoria por el sur de la Duarte, luego de abandonar la familia Suazo, llegaremos a la familia Santil, donde en la ultima puerta de la casa, nos encontraremos con Carola, la madre de Francisco Fernández,” la Bollinca”, donde vivía esta personaje de la resistencia del pueblo, junto a su hermano el
chino, hoy prospero comerciante. Mas al sur por losfrente de la familia Fernández, estaba establecida la zapatería de Luis Castillo, famoso por ser dirigente del Partido Revolucionario Dominicano y laborar junto a Tribilin, hermano del conocido Pancracio, quien tenia como pareja otro hombre y con el cual hacía vida común , en una pieza en la parte trasera, bajo el silencio cómplice de toda la barriada que daba muestra de tolerancia frente a seres indefensos que habían adoptado una forma de convivencia que rompían los moldes establecido por la sociedad.
Por los frente de esa visitada zapatería, vivía un serinolvidable e irrepetible, no tomado en consideración por los cronistas sanjuaneros, así como por los estudiosos del desarrollo social de la comunidad , ni por los constructores de genealogía.
Vivía don Severiano Reyes, cuya edad quizás estaba cerca de los 70 años, fundador de una descendencia extraordinaria de Sanjuaneros, al formar mas de 3 familias, cuya aportaciones sociales todavía no han sido valorizadas en su profundidad.
En una humilde vivienda pasaba sus días don Severiano, junto a su compañera sentimental Marola y el hijo de ella, Meco.
Don Severiano, hombre imponente, siempre trajeado y con sombrero como ciudadano de su generación,montado en un lustroso y limpio caballo, en el cual se desplazaba en su cotidianidad y los días de fiestas, donde también subía a Marola, acompañados ambos de una botella de ron “cara de gato” que con suma dificultad lograba introducir en el bolsillo trasero de sus pantalones.
Era otra fiesta en el barrio, la realizada por esa pintoresca familia, en su hora de jolgorio, la cual se transformaba en desesperación al terminar la celebración, porque todos las vecinos creían que al desmontarse de la muy aguerrida y domesticada montura, con la falta de equilibrio por el efecto del alcohol, podía suceder un accidente fatal.
Estando todos muy contentos cuando lograban “aterrizar” sano y salvo de tan majestuosa aventura.
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