He leído muchas alabanzas al pueblo de San Juan de la Maguana. Todas
llenan de orgullo y satisfacción a sus habitantes, todas ayudan a recordar lo
que en el curso de la historia hemos tenido. Todas han servido para construir una impronta que debieran conocer los que aun
viven aquí, los que viven en otros pueblos y, los que se han ido a otros países
en busca de mejor suerte.
Hay mucho que enseñar a nuestros
visitantes. Poseemos una cadena de montañas que sirven de manto al segundo valle del país, el valle de Niti o
Valle de San Juan. Esas montañas, la Cordillera Central al norte y las sierras
de Neyba y Bahoruco
por el sur , son muros de
contención que detienen los vientos que originan los huracanes en temporada
ciclónica aprovechando para bien las lluvias que provocan, para bien de la
vegetación, la elevación del caudal de los ríos y la consecuente producción.
Fuimos portadores de una gran
producción, tan grande, que nos ganamos
el sobrenombre de Granero del Sur por la alta producción de frijoles y cereales
de alta calidad, principalmente el arroz, el maíz, la habichuela y víveres de todas las variedades.
Todo lo que se siembra en este valle se produce con alto nivel de rendimiento y
calidad, hortalizas, berenjenas, tayota, etc., tubérculos de todas las
variedades entre otros. La ganadería fue abundante, lo mostraban las ferias que
se hacían frecuentemente.
Ø Poseemos la
mayor herencia cultural centrada en la cultura aborigen, la plaza Anacaona, la
Plaza Ceremonial Indígena, única en el país, lugares que nos orgullece
presentar a quienes nos visitan ,además cuevas como Los Murciélagos, Los
Pericos y Seboruco. Saltos como el de Jinova, Mogollón y Loma de Babor. Presas como Sabaneta, Sabana
Yegua, Palomino y Dos Bocas. La Hidroeléctrica y La Caída de Punta Caña. Plazas como, Caamaño, Orlando
Martínez José María Cabral, Juan Bosch, Caonabo, etc... Monumentos, estatuas,
parques y mausoleo que componen el arsenal histórico de la ciudad. Además La
Agüita de Liborio santuario donde se rinde culto a Liborio Mateo, representante
del Mesianismo Religioso tanto de la Región, del País como de una gran parte
del continente.
Ø Somos
Ciudad Historia. Aquí está La Ruina del Viejo San Juan, al Sur de la ciudad,
fundada a principios del siglo xv1 por orden del Gobernador Nicolás de Ovando y
destruida por Osorio en el proceso devastador de 1605.1606.
Allí esta
aun en espera de que se cree un patronato que le habilite para que se pueda
exhibir como patrimonio histórico cultural y se pueda enseñar con orgullo a
nuestros visitantes.
. Tenemos buenos artistas, escritores,
folkloristas, carnavaleros, artesanos etc., que en cada actividad pública ponen
en alto el nombre de San Juan.
Somos un pueblo que ni las penurias
nos quita la alegría. Esta alegría se expresa en las fiestas de palos, en el
canto de salves, en las patronales, en el carnaval, en los reinados, en fin en
cada actividad, siempre nuestras caras están alegres por aquello de que El
Sanjuanero nunca tiene mala cara.
No sé si exagero, pero debo decir
que esa alegría en los últimos tiempos se está quedando en grupos muy reducidos
de la sociedad. Muchos Sanjuaneros han emigrado debido a la falta de
oportunidades, al abandono del campo, a la
disminución de la producción, a la depredación indiscriminada de
nuestros bosques reduciendo el caudal de los ríos y, por vía de consecuencia,
aumento de la pobreza.
Por más esfuerzos que hagamos por
resaltar nuestra historia, nuestra cultura, nuestras mujeres, nuestro arte etc.
Los barrios marginados, los indigentes en la calle, el alto nivel de pobreza y
la disminución de la población votante presentan, aunque no nos guste, la otra
realidad que tratamos de ocultar.
Roberto Rosado Fernández
Profesor
UASD, San Juan de la Maguana.
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