Del 31 de agosto al 9 de
septiembre de cada año, en la comunidad de El Naranjo de Las Matas de Farfán se
desarrollan actividades en honor a la Virgen de Los Remedios. Miles de
feligreses de todo el País se dan cita
allí para rendir culto a la virgen, cumplir promesas, hacer penitencia y,
buscar sanación espiritual.
Esta imagen de la Virgen de los
Remedios, según Francisco Encarnación la encontraron al pie de una mata de
naranja en el año de 1800. Refiere que estaba en poder de sus padres Juan Díaz
y Anastasia Otaño cuando la conoció. Señala que en 1912, cuando
la guerra, llevaba la virgen en un bolsillo de su traje para evitar extravío.
Pasada la guerra el señor Francisco, el italiano, ebanista, construyo un trono
en madera, yagua y piso de tierra. En este trono se comenzó a celebrar misas,
cantar salves, tocar palos, entre otras actividades de carácter religioso. Se
creó el calvario para las ceremonias de los feligreses, colocado antes de la
entrada al templo.
Francisco y Coson Otaño
vestían la virgen con papel crepe con almidón hecho de yuca amarga.
La custodia de la virgen paso a
responsabilidad de su hija Luisa Herrera y su esposo José Amador, luego de la
muerte de Francisco Encarnación en el año 1968, a la edad de 116 años.
Bajo la conducción de Luisa y José
se le agrega una despensa construida con tabla de palma y zinc. Se continúa
haciendo celebraciones. En esta ocasión se le confecciona traje distinto cada
año utilizando distintos colores, manteniendo el color morado como fondo,
matizándolo a veces de azul, otras de blanco, amarillo, pero sosteniendo el
morado como base.
En 1983, muere Luisa Herrera, a
los 56 años de edad, quedando su esposo José Amador responsable de la
Hermandad, acompañado de su hija Lucia Amador Herrera, estos continúan la tradición
con poca variación. En el año 2000 se
construye una iglesia donde se desarrolla la mayoría de las actividades que se
conciben para la ocasión.
En el año 2013, muere, a los 92
años, José Amador. Lucia Amador, su hija, y su esposo, Segundo Montero, asumen
la responsabilidad de mantener viva la Hermandad tal y como la dejaron sus
creadores. Durante 9 días se mantiene un peregrinaje constante, cumpliendo
promesas ofrecidas a la virgen, haciendo comidas diversas para regalársela a los
peregrinos, dando vueltas al calvario , prendiendo velas, bailando palos tocados finamente por los lugareños para
alegrar los visitantes, bailando música de acordeón , escuchando misas y, las
demás actividades que se organizan para la ocasión.
La corrida o paseos a caballo que
en el otrora se hacía ha ido perdiendo fuerza debido a la presencia cada vez
más acentuada de motocicletas como medio de transporte. Ojala se pueda
reintroducir para deleite de los visitantes y el fortalecimiento de la tradición.
E l 8 de septiembre es el Gran
Día, el día de la Virgen de los Remedios .El día grande, el día en que asiste
más gente de todos los rincones del País. Es tan grande y tan importante, que
según los lugareños consultados, no hay un solo año que no hayan sido
bendecidos por la lluvia.
Esta tradición o Hermandad ya es parte
consustancial de la vida de los habitantes de Los Naranjos, de los creyentes de la Región y del País, los
que vienen cada año a, lo que creen, le ayudara para mejorar su vida y
conseguir mucha salud, mucha paz espiritual.
A saber de los lugareños
consultados estas ya son sus Fiestas Patronales.
Es una tradición que debe dársele el mismo
valor que tiene La también Hermandad de Santa Lucia, patrona del pueblo de Las
Matas de Farfán para beneficio de este
Municipio que goza del privilegio de tener dos Hermandades visitadas cada año, en fechas diferentes, por feligreses de toda la República
Dominicana. Y, ser, al mismo tiempo, parte de la Provincia San Juan, portadora
de las cofradías del Espíritu Santo y, San Juan Bautista, que junto al
Santuario de Olivorio Mateo representan enclaves de Religiosidad visitado y
estudiado por estudiosos en el área.
Estas expresiones, al ser parte
de la identidad de la Región y del País deben ser incluidas como parte del
currículo escolar para que la juventud la conozca y pueda preservarla como
parte de su idiosincrasia.
Roberto Rosado Fernández,
Profesor UASD, San Juan de la Maguana
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