Conferencia sobre Pueblos Originarios
Universidad Autónoma de Santo Domingo
11 agosto 2009
José Enrique Méndez
En retorno insoslayable a nuestros orígenes, la palabra consagrada e impregnada de sentido nos lleva a edificar nuestro pasado prehistórico, a relustrar el animismo en que vivían nuestros ancestros. Animismo donde todo está vivo, es consciente o tiene un alma.
En nuestros pueblos originarios, latía el espíritu que se "encarnaba" en el aire en (el aliento, l'elan vital) y en el agua, elementos fecundadores de las hembras.
Para representarlos, sin embargo, preferimos hacer uso de la piedra, el árbol (la madera) y el fuego, cuya chispa era el alma de la piedra y la madera, en las cuales se resguardaba”.
En el Cacicazgo principal de la isla de kiskeya, la piedra parece ser un eufemismo para designar los pilares que representan sus dioses. La palabra Maguana significa: “la primera de
Y “es que la piedra, por su inmediata y aparente vocación de polvo, siendo que de polvo es el hilado de nuestra apariencia, nos saludó primero que el metal en el alba de la existencia”1 , razón por la cual en el registro de los reconocimientos humanos estará presente en la multiplicidad con que está tramada la identidad íntima y colectiva.
En las inmediaciones de Nití, Yucateque aborigen, perteneciente al cacicazgo de Maguana, en las inmediaciones del municipio de Juan de Herrera, existe un Circulo o redondel de piedras, que encierra en su centro un falo pulimentado de piedra, se trata del Centro Ceremonial Taíno, Batey Maguana, centro de operaciones del cacique Caonabó y la reina esposa Anacaona. Es un corral ceremonial de la vida, círculo de devoción taína convertido en signo cargado de significación, desde donde se empezaron a escuchar, en areitos, los latidos de la vida del pueblo del Maguana.
Y es que el Batey Maguana es para los sanjuaneros un Corral de Piedras forjando identidad
El redondel de piedras, la colocación de la gran piedra en su centro, explica el conocimiento de la simetría por la conciencia de los tainos del Maguana, aprendidas quizás de la visión panorámica de las montañas que definen el valle o quizás por la observación de su propio cuerpo.
La simetría del redondel de piedras, genera la satisfacción de una finalidad estética, agradable a la vista.; partiendo de una simple modificación los taínos del Maguana, llegaron a una creación de extraordinario realismo. Realismo que ve en su arte una magia, un ritual, para invocar, para llamar, para comunicarse con sus espíritus ancestrales. Esta puede ser una valida interpretación de la imagen del redondel de piedras.
El Batey, con calzada cercada con lajas de piedra, es un complemento de esas formas espaciales que hoy llamamos plazas y que tenían sentido ritual, por ser punto primordial de reunión y decisión de la sociedad precolombina.
Sir Schomburgh cree que el círculo en su forma original fuera una calzada. Otros sugieren la posibilidad de que representara un santuario. Pero la tradición más aceptada supone que la plaza era usada por los indios para celebrar festividades y juegos y que el cuadrado saliente a que hacemos referencia más arriba, él lugar donde
En articulo titulado “
“Es más, en el alma de la piedra está el espíritu, valga la redundancia, pero no sólo el espíritu de la piedra sino el espíritu del grupo, de los ancestros, y de la naturaleza que conforma su medio, pues el espíritu de las tribus primitivas animistas animaba -así interpretábamos nuestra realidad, como los niños, no en vano nuestra mente estaba todavía en una fase infantil-; el espíritu, digo, daba vida a todo nuestro entorno natural que incluía no sólo las plantas y animales, entre los cuales nos comprendíamos, sino también los ríos, los árboles, la tierra, las montañas, las piedras...”
A partir de estas piedras nuestros literatos encuentran la raíz de sus sustancias temáticas. En la memoria están estas piedras, vivas en los parajes del mito, en la inspiración del poeta.
Méntula de piedra (poema)
José Enrique Méndez
Ornamento gris preciado
Pináculo a libre aire
fornido y rollizo
Con resonancia libre megalítica
apretados genes duermen polvoreados
en tú mentón
Asteroide forma congelada
imaginada méntula de piedra
Hay heridas abiertas
en tú memoria genética primordial
en los adentros sedimentarios
que te hizo olvido
adorable fe borrosa
arenilla de estrellas
Veo más que Magma solidificado
vida
libertad fosilizada
estaciones huellas
la cama dispuesta
a polvos de luna
a ritos orgiásticos
al velo incitador
gentil
el amuleto vertedor de fertilidad
de fuerza,
de vida
Veo huellas labradas
de arahuacos
tainos del Maguana
Veo sus
ojos
risas en sus bocas
Veo sus penas
II
“Esa piedra está más viva
En mi amor océano
Cantan y bailan en silencio los muertos
Areítos de piedra en cenizas de llanto[2]
"Yo piedra
Buscándome en los años
TIEMPO, TIEMPO
Desagracia ineludible sin metales…
Yo piedra
Gota a gota forjada identidad"[3]
Por si faltan argumentos y algún escéptico no lo tiene claro todavía, recordamos que el término griego litos significa "piedra"..., pero también "pueblo".
Es por esto que afirmamos que en La llamada piedra de Anacaona, en el redondel de piedras del Batey Maguana, está la vida todo el mundo prehistórico, la vida sagrada y espiritual de los pueblos taínos del Maguana, está lo sagrado, lo tabú, de lo que había que defenderse por su hostilidad, por aplicarse a todo lo relacionado con el espíritu, la muerte, el (re)nacimiento; y el espíritu -que residía en la piedra, en la madera, en el agua, en el aire, en el hálito, l'elan vital.
El conocido Batey de
Hacemos un llamado a contribuir en la revalorización de la plaza ceremonial y sentados sobre la piedra de Anacaona, icono emblemático de la población actual en el Batey Maguana, fumemos la pipa de la paz, potenciando la concertación intermunicipal para el desarrollo sociocultural y turístico.
Es propósito de
Elemento esencial este último como verdadero motor y auténtico determinador válido de aquello que debe constituir la memoria patrimonial. Así como constituirse en una invitación a reflexionar, desde una correcta comprensión del patrimonio, sobre algunas posibles vías de participación en la defensa y el cuidado del mismo.
Muchas Gracias.
1 Jorge Luis Morales, en articulo titulado: Ernesto Álvarez: Sabor de Poesía, del libro Ernesto Álvarez Creador, Las Faces de un Artista, Exposición Homenaje (Selección Retrospectiva) página 60
2 Carlos Doorly, Lamento del Behique, Cantos de Cacibajagua, Pág. 13
3 Jorge Luis Morales, en articulo titulado: Ernesto Álvarez: Sabor de Poesía, del libro Ernesto Álvarez Creador, Las Faces de un Artista, Exposición Homenaje (Selección Retrospectiva) página 60
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