Autor: Juanc Tobías León Ortega, MS
1 de Agosto, 2009.
Encuentro con el Valle del Maguana: Asiento de La Reina Anacaona
Mi primer encuentro con aquel joven venido de la gran Palestina, cuna del carpintero de Nazaret, que como dice la canción “El Credo” (canción que se convirtió en el himno favorito de los simpatizantes de la Teología de la Liberación de los 70s y 80s), “Creo en Dios, arquitecto –ingeniero, albañil y carpintero”, y redentor del verdadero mundo de iguales, Jesús de Nazaret, fue durante los años 50s (al final de los cincuenta). Recuerdo que los seis hermanos estaban en un tiempo en el colegio Padre Guido Guildea. En un principio, el acento chileno era inusual, por lo que algunos sanjuaneros les hacían burla. Me recuerdo de una familia, de apellido Valenzuela que tenían un negocio de panadería frente al mercado de la avenida Independencia, que tenían varios muchachos y muchachas (muy bonitas por cierto), creo que eran familia de aquel muchacho llamado Roger Valenzuela (que andaba junto con Tamara Rodríguez en sus años mozos) y del chino Valenzuela. Había uno entre ellos que le apodaban “Chu” (un blanquito), muy chistoso por cierto, que se ponía a imitar el acento chileno de Abraham cuando nos bañábamos (yo apenas era un bicho introvertido que escuchaba, pero no decía nada) en el charco de la muerte del segundo puente del río San Juan.
Había oído en la comunidad sanjuanera, que una familia pariente de algunos de los inmigrantes árabes del pueblo, procedente de la república de Chile, se había asentado en el bello San Juan. Eran los años del Perico Marinero: vida poética; los muchachos y muchachas del colegio Católico Padre Guido Guildea; el Liceo Secundario Pedro Henríquez Ureña en las viejas casonas (una frente a la otra) de la calle Trinitaria, con la voz estruendosa del profesor Loweski De’ Oleo; el río San Juan, tupido de árboles, de manglares, peces y belleza tropical, quizá cantando su pena y alegría ,recordando a los primeros habitantes hijos de Caonabo y Anacaona cuando solían visitar con creces sus orillas; el parque Sánchez con sus frondosos laureles y exuberante vegetación, esparcimiento tanto de bohemios, gentes distinguidas, así como de las muchachas encantadoras que recuerda la canción de Lucha Gatica “ Las Muchachas de la Plaza España” y que tanto mi Mamá me cantaba cuando yo era pequeño; Miguelito, Propín, Luis Brabán, Juanita, Vale Toño, Mimío , Callejón ,personajes inofensivos y pintorescos (algunas veces maltratados por inescrupulosos) , que hace recordar el libro del Doctor Antonio Zaglur, “Mis Quinientos Locos”; borrachines callejeros; y sobre todo, por debajo del tapete: un pequeño grupo de anti-sociales (según nos cuenta nuestro querido compueblano-amigo Doctor Sovieski de León) de violadores sexuales apodados, “Los Manigüeros”, ya iban germinando. Todo no era Perico Marinero (paz familiar y vida bohémica), eran los años también, de ajuste: los ajusticiamientos de parte de la horda trujillista (esbirros del SIM y demás calieses y chivatos) a los que se oponían a sus designios.
Empezó a correrse la voz de que el chileno (así le llamaban a Abraham) era un genio de las matemáticas y de las ciencias tanto en el Colegio Padre Guido Guildea (en el cual creo que hizo la intermedia) como en el Liceo Pedro Henríquez Ureña (en el cual terminó su ballillerato, en el año de 1964). Se contaban anécdotas de las contradicciones entre Abraham y algunos profesores respecto a equis problemas de matemáticas y ciencias. Lo cierto es que, el cerebro de Abraham,era y es, demasiado potente como para abrigar cosas triviales.
Creo que la amistad de nuestra familia y Abraham empezó al comienzo de los 60s, cuando el Liceo Pedro Henríquez Ureña se encontraba todavía en las viejas casonas de la Trinitaria. Fue a través de mi hermano Cucho y mi tío Mario (alias Bullón) que hubo tal acercamiento. Mi hermano Cucho no era estudiante de ninguno de los dos Liceos (el católico, Padre Guido Guildea o el público, Pedro Henríquez Ureña), pero como vivíamos frente al parque Sánchez, donde se daban casi todas las actividades juveniles de esa época de la Casa Curial, éstos (Cucho y Mario), les gustaba jugar Volley Ball en la Casa Curial con los muchachos y muchachas del Liceo y del Colegio Padre Guido en las tardes. Abraham era en esa época un típico muchacho juguetón. Tenía demasiada energía, dicen algunos, que los genios son muy briosos, que no pueden estarse tranquilos en un lugar, que son distraídos y a veces, ingenuos. Recordando que este buen hombre, es descendiente de los hijos del profeta Abraham (recordando lo que dicen de los arios y los semitas, los autores, Lewis H. Morgan en “La Sociedad Antigua” y el compañero de Marx, Federico Engels, en “El Estado La Propiedad Privada y La Familia”, con más desarrollo que las otras gens, a pesar que hoy día algunos quieran desvirtuar la teoría de Morgan y Engels acerca de la gen). Su madre, doña Victoria Michelen (nos recuerda a otras damas sanjuaneras luchadoras, que relativamente con poca cosa, pudo educar a seis hijos), una mujer con mucha energía y buena madre.
Quizás en algún momento, Abraham pudo haber sido discriminado entre algunos en el grupo de estudiantes sanjuaneros u otros grupos. Por supuesto, en nada se va a comparar a la xenofobia de los países del Atlántico, Japón y otros países. A Abraham, desde un principio, lo pasaban como un joven chileno venido de la república de Chile. Nunca se le llamó por el mote de “Turco” como a sus paisanos. Tanto a mí como a mi hermano Cucho por el sólo hecho de tener un padre chino, aunque fuéramos hijo de una madre francomacorisana (cibaeña –cepillá) y haber nacido en San Francisco de Macorís, éramos de la China no de la RD. Como en mi casa nunca discriminamos a nadie ya sea por su sexo, color, raza, credo, apariencia, cultura, etcéteras, quizá (no estoy seguro de esto), Abraham pudo sentirse con más respeto en mi casa, de ahí que Cucho fue quizá en un momento dado, su mejor amigo. Lamentablemente, mi hermano Cucho, no fue un muchacho de escuela, se salió de la escuela a temprana edad. Si hubo tal discriminación en algún momento, estoy seguro que Abraham no lo tomó en serio, lo cual indica el poder de su mente y su gran humanismo para no guardar rencores hacia los demás. También habían algunos que lo respetaban y querían, formándose así, el equilibrio.
Logros Académicos-Científicos
Ya el currículo vitae (académico) de Abraham había sido mencionado por el ingeniero Rafaelito Lama:
· Ingeniero Eléctrico
· Ingeniero Nuclear
· Maestría en Matemáticas
· Licenciado en Filosofía
· PhD (doctorado) en Ingeniería de Altas Tecnologías
Yo recuerdo que le decía a Cucho: Abraham debe estudiar su doctorado, pues con maestría no se podía llegar muy lejos, por lo menos en lo académico se refiere. Me dio mucha alegría cuando supe por la red sanjuanera de internet que Abraham logró un PhD en ingeniería, del Renssenlaer Institute of Technology. Sólo para decirles lo que es esa institución:
· Primera universidad tecnológica en el mundo de habla inglesa. Fundada en 1824.
· Un graduado del instituto configuró el aterrizaje a la luna por primera vez.
· Otro graduado, diseñó el puente majestuoso de Brooklyn, New York.
· Un grupo de graduados inventaron el e-mail.
· Invención de la crema para la protección contra rayos ultravioletas solar.
· Grandes inventores en la compañía de Texas Instruments (pioneros del primer transistor de Silicón).
· Etcéteras, etcéteras.
Debemos sentirnos muy orgulloso de Abraham cuando nos dice que es nada menos que el jefe principal de un grupo de investigadores en el Instituto de Tecnología Rensselaer, en un proyecto de “Nano-tecnología” ( tecnología bien pequeña en el rango de los 1 X 10¯⁹ de metro). Por lo cual ha recibido un presupuesto para llevar a cabo dicho proyecto. Sólo con saber que es jefe de un proyecto de investigación en dicho instituto, es fantástico.
Con Abraham hemos aprendido muchos. Yo en particular, le agradezco mucho el haberme enseñado algunos trucos matemáticos y regalarme algunos libros, de los cuales, aún conservo algunos. Yo sabía que Abraham era creativo, pues muchos académicos sólo tienen títulos y ya estuvo. Este hombre es una máquina creativa y del saber.
En esta parte falta por verse, las últimas publicaciones de su accionar académico como investigador. Yo no soy experto en nanotecnología, pero para los curiosos (estoy seguro que un PhD de la talla de él, debe tener varias publicaciones en los mejores Journals y quizá libros publicados, pues de lo contrario, no podría sobrevivir dentro de la competencia feroz del libre mercado académico) con en el sólo hecho de este gran hombre y caballero de la ciencia haber sido seleccionado en el Rensselaer Institute of Technology como jefe de un grupo de investigación en una de las área científicas que está muy en boga en los útimos tiempos, como es la Nanotecnología, en una institución, que como me dijo Abraham Musalem Michelen, sólo por concepto de “colegiatura (matrícula) se paga $50,000 dólares para los candidatos del grado de Licenciatura (Bachellor Degree; no me dijo cuánto cuesta para post-grados) al año de ahora en adelante. ¡Mama mía, cuántos cuartos! Eso es sin contar la vivienda, libros, etcéteras.
Humanismo.
A pesar que su humanismo ya vivía latente en sí desde la niñez y su juventud, pudo haberse afianzado aún más con los estudios avanzados de filosofía. Me recuerdo su profunda simpatía por el humanismo del profesor judío-alemán-norteamericano Albert Einstein. Siempre nos hablaba de los pasajes de Einstein como hombre sencillo, desprendido de los placeres materiales mundanos, cuyos gustos entre otras cosas era la de tocar violín y de montar bicicleta, y vivir en una casita sencilla. Su admiración por las obras humanistas de los demás filósofos eran siempre narradas por él mismo. Yo sé que él tenía a menudo, cuando venía de Puerto Rico, contradicciones con los muchachos que estaban atraídos por el materialismo histórico –marxista. Lamentablemente, en esa época, todavía no se había afianzado la Teología de la Liberación, de la cual, Abraham nos comentaba respecto a la coincidencia humanística del marxismo con el cristianismo.
Nos daba verdaderas cátedras de filosofía. Yo aprendí más filosofía, escuchando a Abraham , que en el curso de filosofía del Colegio Universitario (CU). Siempre se podía sentir al final de su ex ponencia, su humanismo, es decir, toda la razón de ser y no ser: por la humanidad.
Recuerdo como ahora, que hablaba de la pasión romántica de Ernesto Guevara de la Serna, mejor conocido como “El Che Guevara”. El humanismo del Che a favor de la liberación de los pobres, siendo éste un asmático, escalando las alturas (hasta en Altiplano de Bolivia en la Capital es temido por los jugadores de Foot-Ball de otros países por su altura hoy día, que será Los Andes) de la Cordillera de Los Andes en Bolivia.
Parte de su humanismo real lo podemos sentir cuando comenta a propósito de Juanita (conocida como Juanita La Loca en San Juan de la Maguana), su opinión: “de Juanita, me daba mucha pena verla así”. Su comentario nos lleva a un nivel donde la “impotencia” nos invade y queremos hacer algo y no podemos. Yo en lo personal, tengo en San Francisco de Macorís, una Tía y un Tío con trastornos mentales y sé lo que pasó mi abuela (que en paz descanse) y después de mi abuela, otra tía que tiene que hacerse cargo de sus cuidados: no ha sido nada fácil. Estos personajes, pintorescos para algunos, que nos hacen reír por sus ocurrencias algunas veces, que molestan a algunos que no pueden tolerar lo débil, que son vejados y abusados por monstruos inescrupulosos. Son, antes que nada, seres humanos. De ahí que un cerebro tan potente como el de Abraham muchalem Michelen, abrigue el humanismo real que nos falta a muchos, expresándose del alma consciente.
Amén.
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