
Eduardo Dauhajre H
Presidente de la Asociación de Desarrollo de San Juan y dirigente de FUNDASEP
San Juan de la Maguana.-  Los habitantes de la región Suroeste veremos ¡por fin!, hecho realidad  un viejo sueño que data de casi medio siglo de reclamo público, pero que  en término oficial adquirió impulso en el gobierno del extinto  presidente don Antonio Guzmán, quien en el año 1979 se comprometió a  iniciar la construcción de la carretera San Juan-Barahona.
Sus  propulsores, entre quienes me cuento por condición en aquella época de  Gobernador Civil de San Juan, concebimos esta obra como la última línea  del “Triángulo de Desarrollo del Suroeste”, puesto que con éste  quedarían unidas en una especie de triángulo vial las provincias de  Azua, San Juan y Barahona.
Treinta  años después corresponde al gobierno del presidente Leonel Fernández  poner en ejecución con la suficiente voluntad política todo un tinglado  desarrollista para materializar esta portentosa autovía, cuya  culminación coincide con la reconstrucción de la carretera Azua-San  Juan, lo cual será un factor determinante para agilizar el transporte,  acortar distancias entre los pueblos del Suroeste, facilitar el  movimiento agropecuario y crear una base cierta para el desarrollo  turístico.
El  autor, que fue también testigo ocular de la emoción sentida por el  presidente Guzmán al anunciar esta obra, puede ofrecer por igual  testimonio de la frustración que representó para éste no poder  materializarla, como consecuencia de la crisis que originó en la  economía dominicana la inesperada y brutal alza de los precios de los  derivados del petróleo durante su Gobierno. Justo entonces es reconocer  pues, la fe y la perseverancia que en este nuevo y fértil empeño ha  demostrado el Gobierno por la vía del ministro Ing. Félix Bautista,  director de la Oficina de Ingenieros Supervisores de Obras del Estado,  al ejecutar en medio de una crisis internacional de igual o mayor  proporción que la vivida en 1979 esta obra, la cual comprende un tramo  carretero de 19 kilómetros y 12 metros de largo, con una anchura de  aproximadamente 10 metros, desde la sección Cardón de San Juan, hasta el  Batey 2 de Barahona.
La  nueva carretera está cubierta de cemento asfáltico de dos pulgadas de  espesor y protegida con barandillas y señalizaciones horizontales y  verticales en aquellos tramos más difíciles, y cuenta con cunetas  encachadas donde es necesario y puentes bajo nivel y sobre nivel de  carretera.
Para  los sanjuaneros se abre la ventana de la esperanza, porque esta obra  nos ha hecho recobrar el orgullo de volver a ser “El Granero del Sur”,  en virtud de que por la nueva autovía hemos encontrado una ruta muy  corta por donde, en menos de 30 minutos, estaremos embarcando hacia el  exterior, por el puerto de Barahona, nuestros productos agrícolas y  pecuarios, poniendo fin a la costosa dependencia en términos de  transportación que ha significado hasta el día de hoy el uso obligado de  los puertos lejanos de Haina y Santo Domingo.
Para  los sanjuaneros es de gran regocijo tener una vía de acceso al mar por  donde puede adquirir un empuje fabuloso el turismo interno, de playas y  montañas, al poder en sólo 30 minutos movilizarnos hasta Barahona, que  es un centro marítimo con más de un siglo de historia, ciudad que añade a  su actividad portuaria el hecho de poseer un aeropuerto internacional  que adquirirá mayor pujanza a partir de la inauguración de la obra. El  entusiasmo nuestro es extensivo por igual a los habitantes de Elías Piña  y otras demarcaciones del Sur, pues tendrán los mismos beneficios  citados.
Creo  que el gobierno debe poner en marcha un plan de remozamiento del  Aeropuerto Internacional María Montez para aprovechar al máximo los  beneficios extendidos a los viajeros que utilizarán esta vía con fines  personales, comerciales o turísticos. El académico y político doctor  Tirso Mejía-Ricart Guzmán con su visión de futuro y teniendo en cuenta  el interés nacional como ha sido siempre su lineamiento vertical en su  vida ciudadana, publicó el pasado 12 de septiembre un artículo en el  periódico Hoy, en el cual señala que el Gobierno “se anota un tanto  significativo a favor del desarrollo territorial del país en dos de sus  regiones más empobrecidas, cerca de la frontera sur; con los avances  anunciados en la construcción de edificios para los centros  universitarios regionales de Barahona (Curso-UASD) y San Juan de la  Maguana (Curo-UASD); así como con una carretera de primera entre esas  dos ciudades, cabezas de Regiones de Desarrollo de Enriquillo y El  Valle”.
Anota  el destacado profesional y dirigente político que “La carretera  Barahona-San Juan de la Maguana vendrá a unir las seis provincias que  constituyen estas dos regiones, que son ampliamente complementarias,  pues la primera tiene puerto, aeropuerto, playas, industria azucarera,  de cemento, sal y yeso y otras, así como un mercado de cuatrocientos mil  consumidores; en tanto que El Valle de San Juan es un centro  agropecuario de gran feracidad, todavía en parte inexplotado, que  vinculará a la hoy casi aislada región de Enriquillo con el resto del  país.
¡Más  claro de ahí ni el agua!, hubiese dicho el presidente Joaquín Balaguer.  De ahí que estoy totalmente convencido que con la realización de las  obras de infraestructura citadas por Mejía-Ricart, más el conjunto de  obras vitales que se reclaman en las provincias del Suroeste y del valle  de San Juan, tales como acueductos, ampliación y mejoría del servicio  de electricidad, centros de salud, incentivos y necesaria integración  social y económica equilibrada de toda la región Suroeste.
Saludo  con vehemencia y complacencia esta obra, que es la mayor trascendencia  que se ha hecho en los últimos tiempos y que representa la reconversión  de San Juan en “El Granero del Sur” y que abre las puertas al desarrollo  para Elías Piña y su entorno de gran belleza turística, la flor de  Bánica; Azua, tierra de hombres poetas y hombres cultos; Bahoruco,  Independencia y Pedernales con sus montañas y extensas llanuras, lo  mismo que sus hermosas cascadas de San Rafael, el Lago Enriquillo, las  Tres Barias, las aguas dulces de los ríos Guayabal y Los Bolos, Las  Caritas, la Sierra de Neiba, Bahía de las Águilas, el Hoyo de Pelempito,  el Parque Nacional Jaragua, la Laguna de Oviedo, entre otros puntos que  son escenarios paradisíacos de recreación y contemplación.
Con  igual vehemencia solicito encarecidamente a los ediles de los  ayuntamientos de la región favorecida por la generosidad del Jefe de  Estado, emitan en sus respectivas corporaciones edilicias resoluciones  declarando al Presidente Leonel Fernández “Hijo Meritísimo” y la fecha  de la inauguración de la obra como “Día de regocijo Municipal y  Regional”, en el entendido de que el mandatario se ha colocado sobre su  cabeza los laureles de Gran Constructor, y como tal pasará a la  historia, por ser el estadista que mayor preocupación ha demostrado por  el desarrollo de la RD
3 comentarios:
Excelente realidad y excelente escrito
excelente escrito de mi padre..hombre trabajor,,¿gracias identidad sanjuanera
excelente escrito de mi padre..hombre trabajor,,¿gracias identidad sanjuanera
Publicar un comentario