Fuimos Boy Scout
Autor: Juan Tobías León Ortega, MS
Al final del 1962, durante el Consejo de Estado, me topo con el querido y recordado compañero ingeniero Domingo Paniagua (alias Ñingo) que sólo vivía a una cuadra del parque Sánchez, en la Sánchez esquina Santomé, hijo del difunto Nicolás Paniagua y de doña Rosita. Sus hermanos, el difunto Jorgito Paniagua (muerto a destiempo en un accidente aéreo) y César Paniagua, eran ya expertos en el escultismo, es decir, en la organización de boys scouts. Jorgito Panigua, era jefe de patrulla, y César era un boy scout de primera.
Con Ñingo encontré un tremendo apoyo para aprender muchas cosas sobre el escultismo, Jorgito era muy cariñoso con los niños, César era algo más retraído, pero amistoso conmigo también. Fue estando ahí que conocí a un sin número de compañeros y amigos, entre ellos el que más destaca es el ingeniero José Enrique Méndez Díaz (alias Ike) que vivía a una cuadra corta de la casa de los Paniaguas. Casi la mayoría de los muchachos de ese barrio eran muy amistoso y buenos compañeros. El hermano de nuestro amigo, el ingeniero José Enrique Méndez (Ike), Dr. Luis Méndez Díaz, era también parte del grupo de boy scouts de San Juan. Allí vivían muy felices junto a la recordada profesora Luisa Díaz ida a destiempo, Cuchito, Luis, Ike y Josefina. Parecía ser que Jorgito Paniagua (no sé si estoy en lo cierto), tenía un gran arrastre como líder en ese barrio, pues había muchos boy scouts en ese barrio. A lo mejor Jorgito Paniagua influenció en elllos para su ingreso al grupo de boy scouts de San Juan.
Jorgito también era parte del liderazgo estudiantil Social Cristiano de esa época ( del Partido Revolucionario Social Cristiano, del Dr. Alfonso Moreno Martínez, a quien los catorcitas llamaban Social Pistola) . Casi al frente de los Paniagua y al lado de los Méndez Díaz , vivía el barbero de mi familia, es decir, don Manuel (casado con una Paniagua), quien era el padre de Alejandrito (boy scout también),de Tayo y del Dr. Guillermo (quien era menor que yo) , mi amigo. También no muy lejos de ahí se encontraban los Morillos hijos de don Maclín (Ricardo y Vinicio eran boy scouts mientras que Gustabo y Luisito eran má o menos de mi generación) en la misma Santomé así como el recordado amigo difunto Manuel Beltré alias Ñiño .
No muy lejos de ahí en la General Cabral, vivía el difunto Manuelcito Paniagua (quien más luego llegaría a convertirse en jefe de mi patrulla; hermano de la mujer mayor que yo, Pina Paniagua que me gustaba tanto); Mingo Ramírez y el difunto Roger, Boy Scout también. Todavía creo que aún me faltan algunos más por mencionar, creo que los hermanos del grandolón Muma, Pachiro, los hermanos Salcié de la Duarte con General Cabral, Pupito en la General Cabral y Camucho (creo que por la Sánchez). En la Sánchez casi esquina Trinitaria frente al parque Sánchez (sólo a una esquina de los Paniagua), vivía una familia que no era de San Juan como yo, que creo que su padre fue una vez el fiscal o no sé que. Era una familia educada de clase media, sólo me recuerdo de Miguel bastante delgado, de los otros no me recuerdo mucho. El mayor de los hermanos de esta familia, le gustaba vomitar algunos de los por menores debajo del árbol de Laurel que se encontraba en plena esquina de la Sánchez y la Trinitaria. Ahí aprendíamos mucho los más pequeños las experiencias de los mayores.
La situación de San Juan se parecía a la de San Francisco de Macorís respecto a la carencia de un grupo de Lobatos, es decir, otra sección de escultismo para niños entre 6 -12 años. A finales de los 50s, San Juan tuvo un grupo de Lobatos, pero después se desintegró. Al final del año 1962 es cuando un nutrido grupo de niños de los cuales recuerdos sólo unos pocos, formamos de nuevo el grupo de Lobatos por iniciativas de Jorgito Paniagua (como gran conocedor de los Boy Scouts) , José Nanúm (quien resultó nuestro jefe o Aquella momentáneamente) y hasta creo el fenecido Adriano Santil jefe del grupo de Boy Scouts dio su visto bueno a la formación del grupo. Entre los niños de esa época que recuerdo están: Domingo Paniagua (Ñingo), José Enrique Méndez (Ike), Frank (no recuerdo su apellido), Manuel Matos (alias bigote), Zoilo de los Santos La Grange (hijo de la profesora Ofir La Grange), Julio César Paulino (el Cacú, hermano de Aguilita), Danny Recio, Danny Nanúm, etc.
Ñingo, Ike y yo a veces practicábamos las señales de los Boy Scouts, practicábamos también el semáforo de banderas, con todo su abecedario. Un día decidimos irnos de excursión a la finca del padre de Ñingo, don Nicolás Paniagua, cerca de Hato del Padre. Recuerdo que llevamos mucha leche en polvo y chocolate, mi estómago, rugía como un león, pues no estaba impuesto a tan semejante dieta. Al caer la noche del primer día, todo aquello era tan espectacular con el sonido de las ranas, sapos gigantes (o macos), grillos, chicharras, cocuyos nocturnos con sus luces de bengala, y de vez en cuando el sonido de un muuuuu de vaca o un potriquillo llamando a su madre. Al amanecer, el canto de tórtolas, carpinteros, de golondrinas y el aleteo de las ciguas marroneras (ciguita marronera como dice el maestro Rafael Solano en su canción “Dominicanita) o un grupo de las ciguas Madam Sagá (Chichiguaos), convertían aquello en un día de esperanza y de vida a plenitud.
1 comentario:
Perfecto Tobias. Te felicito
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