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viernes, 27 de mayo de 2011

Los Cambios que Exige el Sector Agropecuario. Un Enfoque para Estos Tiempos.


*Por: Agrónomo José Moreta.

En el sector agropecuario existe la necesidad de modernizar y tecnificar para afrontar con éxito los retos de convertir la agropecuaria en una actividad eficiente, productiva, rentable y competitiva. Para lograr la tecnificación y modernización, los productores agrícolas deben tener la oportunidad de beneficiarse con equidad de los recursos tecnológicos que hay disponibles, de tal manera, que puedan con su empeño aportar al desarrollo nacional.

Aunque en la República Dominicana se han operado importantes cambios en la agropecuaria, todavía se sigue aplicando un modelo de desarrollo convencional en la mayoría de los campos dominicanos. Los productores dependen con mucha preponderancia de recursos y factores que no controlan y que son externos a sus predios como son, las semillas, los insumos, los equipos , los subsidios y las garantías estatales de precios y comercialización a los que más del 80%de los agricultores del país no tiene acceso. En este estado de situación es razonable que no se pueda lograr un crecimiento de la agropecuaria con equidad, ya que no existen los recursos suficientes para ofrecerles a cada componente del sector (factores de producción).

Como no es posible que se pueda aplicar la cantidad de recursos necesarios para el desarrollo del sector agropecuario, de manera tal que se puedan cubrir todas las necesidades que demandan los factores de producción , sería más práctico y real la adopción de un modelo de desarrollo agropecuario en el que los agricultores sean más autogestionarios, menos dependientes de las decisiones que el gobierno central adopte o no tome de manera oportuna , de los servicios que generalmente son ineficientes e insuficientes y de los recursos externos a sus predios o fincas , que no están disponibles en la cantidad necesaria para cubrir las demandas de todos los productores agropecuarios.

Dadas esas circunstancias y a que el modelo económico dominicano ha pautado la tendencia a disminuir su apoyo aplicando escasos recursos a la agropecuaria y al desarrollo del medio rural, es preciso trabajar con los productores a partir de sus propios recursos y orientarlos a la introducción y uso de tecnologías de bajo costo que vayan en correspondencia con la escasez de capital que poseen.

Este modelo de desarrollo más pragmático y protagónico por parte de los productores agropecuarios, demanda la formulación e implementación de políticas agrícolas que respondan a los nuevos desafíos , como son la adecuación de los servicios de apoyo ; generar y difundir nuevas tecnologías agropecuarias; capacitar a los agricultores y organizar las comunidades de agricultores para el uso racional de sus recursos productivos y que ellos mismos puedan protagonizar la solución de sus problemas, dependiendo menos de los factores externos ya mencionados.

Para enfrentar los retos y desafíos del porvenir de la República Dominicana es preciso que los profesionales en las ciencias agrarias (Ingenieros Agrónomos, Médicos Veterinarios, Técnicos agrícolas, Etc.;) reciban una formación acorde con la nueva realidad que se plantea y así estarán en condiciones de asistir y resolver las cada vez menos posibilidades del gobierno y del sector público agropecuario de satisfacerlas.

Los cambios que ha experimentado la economía dominicana, orientados principalmente, a los servicios ha traído como consecuencia que la agricultura, que otrora fuera la principal actividad generadora de divisas del país, que se hacia llamar “eminentemente agrícola”, haya perdido la atención que merece, no obstante ser la responsable de proveer la seguridad e independencia alimentaria de la nación.

El contraste de esa realidad planteada es que las facultades y escuelas de ciencias agrarias del país han ido perdiendo, a través de los años la importancia que en esencia deben tener como opción de los jóvenes a la hora de elegir una carrera profesional. Son cada vez menos los que se sienten atraídos a realizar estudios en ciencias agronómicas, afectados por la falta de motivación e incentivos que saben que recibirán cuando sean titulados de las universidades y escuelas.

Esa realidad de desincentivo de los jóvenes por elegir las carreras agronómicas estaría agravando desde ya lo que sería el relevo generacional de los viejos profesionales y técnicos del sector agropecuario dominicano, ya que de los centros académicos de esta rama del saber no estarían egresando la oferta que se estaría demandado en el mediano y largo plazo. El lugar de los dominicanos en las academias agronómicas está siendo ocupado por los estudiantes del hermano pueblo haitiano quienes, les superan en número.

¿A quiénes les corresponderá entonces la tarea de contribuir, junto a los productores agrícolas, el logro de la tecnificación y competitividad del campo dominicano? ¿A quiénes les corresponderá la noble y sagrada tarea de contribuir con el mantenimiento de la seguridad e independencia alimentaria de los dominicanos? ¿Quiénes serán el relevo generacional de los viejos profesionales agropecuarios? ¿Que pueden hacer o están haciendo las autoridades del país para revertir el problema de desinterés de los jóvenes dominicanos por abrazar las ciencias agronómicas.

*Ingeniero Agrónomo y planificador agropecuario.

Martes 24 de mayo, 2o11

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