Para las heroínas de Salcedo

Bienvenido de Jesus Acosta

   ( Para las heroínas de Salcedo, esos tres luceros que alumbraron el oscurecido cielo de mi patria, mujeres cuya memoria venero y para usted, Doña Dedé a quien considero un símbolo viviente de la Patria mía)


Cintilaba el lucero anunciando
la llegada de la aurora naciente
y marcaba diligente
los últimos compases
de la lóbrega
noche de agonía.
de la lúgubre noche
de sopor infernal.
Por las celosías se colaban,
los auríferos efluvios
del tan ansiado día,
Y el monstruo resollaba!
y el monstruo resollaba!
Tres iridiscentes mariposas
revoloteaban inquietas
en torno a aquella bestia
entre las flores yertas,
cubiertas de rocío.
Ya despuntaba el alba
Y el monstruo,
con su testa coronada
¡Resollaba y resollaba!
Y el monstruo,
con su testa coronada
¡Resollaba y resollaba!
y la isla dominada temblaba!
y la isla dominada temblaba!
Con sus garras cubiertas de sangre
aplasto a tres mujeres valientes
¡Ay las mariposas Salcedenses!
¡Ay las mariposas de la cumbre!
¡Ay mariposas que corren por mis venas Ay!
¡Ay mis maripositas de San Juan!
¡y entre el pueblo corrieron rumores!
¡y entre el pueblo corrieron rumores!
¡De la rabia en la cara rubores!
¡De la rabia en las caras rubores!
¡Ay las mariposas! ya no serán esposas
¡y entre el pueblo corrieron rumores!
de que el alba traía colores
de que el día esplendente empezaba
¡y la lóbrega noche acababa!
¡Y la lóbrega noche acababa!
complotados sus hijos hicieron
los aprestos para el magnicidio
y la bestia herida de muerte


con sus patas alzadas al cielo
¡vio este pueblo cuando le amaneció!
¡Vio este pueblo cuando le amaneció!

¡Ay las mariposas!
Ay mis mariposas!
¡es que ahí no para la cosa!
¡Ay mariposas catorce!
¡Ay mariposas Manaclas!
¡ Mariposas palmeros!
Mariposas manolo, mariposas Leandro
¡Mariposas Caamaño, mariposas!
¡Mariposas Fernández Domínguez!
¡Mariposas!
Ya no serán hijas
ya no serán madre
se petrificaron para siempre
en el muro de la patria mía
Mariposas!
Mariposas de Abril!
en el día veinticuatro
Mariposas de San Juan!
Mis mariposas!


A lo lejos se oyeron sonidos
de Tambores de guerra, tambores!
¡y entre el pueblo corrieron rumores!
de que el alba traía colores
de que el día esplendente empezaba
¡y la lóbrega noche acababa!
¡Y la lóbrega noche acababa!
complotados sus hijos hicieron
los aprestos para el magnicidio
y la bestia herida de muerte
con sus patas alzadas al cielo

¡vio este pueblo cuando le amaneció!
¡Vio este pueblo cuando le amanecio