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lunes, 25 de junio de 2012

El Juicio a Francisco Sánchez Del Rosario, Padre de la Patria y demás héroes de San Juan




FRAGMENTO DE ARTICULO LA ANEXIÓN A ESPAÑA Y LA REPÚBLICA EN ARMAS (1861-1865)/ Historia del Poder Judicial Dominicano


El Juicio a Francisco Sánchez Del Rosario, Padre de la Patria y demás héroes de San Juan. 494


Tiene especial importancia el juicio al Padre de la Patria, Francisco Sánchez Del Rosario, 495 que entró por Haití en el mes de junio de 1861 en un esfuerzo expedicionario junto a José María Cabral, no sólo por tratarse de tan ilustre patricio, sino porque desde junio de 1849 el mismo fue un exitoso Defensor Público que era como se le llamaba en esa época al Abogado.

Los patriotas tomaron Cachimán, Las Matas de Farfán, El Cercado y Neiba, pero lluvias incesantes detuvieron las operaciones, tuvieron que retroceder, pues los españoles apostaron barcos frente a Puerto Príncipe, por lo cual el Presi dente haitiano Fabré Geffrard le quitó el apoyó a los expedicionarios y les intimó a retirarse, y el patricio fue traicionado, herido y apresado junto a otros compa ñeros en El Cercado y conducido a San Juan de la Maguana. En cambio, José María Cabral, Fernando Tavera y José Cabrera se salvaron al penetrar nuevamente a territorio haitiano por la vía de Neiba.

El General Santiago de Ólio que en la época fue una de las figuras más importantes de El Cercado y quien se había unido a los patriotas, concibió un plan para evadir su responsabilidad. Se había adelantado por caminos extraviados hasta Mangal al pie de la Loma de Juan de la Cruz, en el trayecto hacia Haití, y allí apostó a sus soldados en emboscada. Al llegar Sánchez y sus compañeros al lugar, recibieron los disparos de sus propios aliados y fueron apresados.

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El 3 de julio de 1861 se inició en una enramada de cana que se levantó en la Plaza Pública de San Juan de la Maguana, actual Parque Sánchez, frente a la Iglesia, el juicio al Padre de la Patria y sus veinte compañeros.

Presidió el Consejo de Guerra el General Domingo Lasala, vegano, junto a cinco oficiales más que conforme a la Ley sobre Conspiradores debieron ser un Coronel, dos Capitanes, un Teniente y un Alférez, cuyos nombres se desconocen. El Fiscal fue el Coronel Tomás Pimentel, banilejo, y el Secretario fue Alejo Justo Chanlatte, de origen haitiano aunque radicado en San Juan donde llegó a ser Alcalde. El juicio duró de ocho de la mañana a tres de la tarde.

Lasala en una ocasión había sido defendido por Sánchez en un juicio por asesinato de un pariente del Cibao, éste le había pagado al Defensor Público con diez mulas tan flacas que Sánchez las devolvió haciendo alusión a “Las plagas de Egipto”, la relación entre ambos se deterioró a partir de entonces.

Entre los presentes estuvieron los antiguos compañeros del patricio: General Antonio Abad Alfau y Bustamante, contra quien Sánchez había ganado el pleito de los cortes de madera en Arena Gorda, Bávaro, defendiendo Sánchez al francés Beltrán Veron y Gramout contra los hermanos Alfau; el General Eusebio Puello, así como el Coronel Antonio Delfín Madrigal.496

Como defensores de los encausados estuvieron el vegano Cristóbal José De Moya y el banilejo José Soto, aunque entre los encartados estuvo Benigno Del Castillo, también Defensor Público al igual que Sánchez; se afirma que oficiales españoles quisieron asumir la defensa de los expedicionarios. Final mente y frente a la presencia en juicio de Pascual o Romualdo Montero seña lado por Sánchez como “dos veces traidor”, pues éste fue quien le entregó El Cercado y ahora llamaba a Sánchez haitiano conspirador. El patricio decidió asumir su defensa, justificando tener toda la  responsabilidad por los hechos; éste produjo una “defensa de ruptura” en el juicio político, 497 y le expresó a su Juez-verdugo:

“Magistrado Presidente... Sé que todo está escrito.
Desde este momento seré yo el Abogado de mi causa”.

Lasala le advirtió a Sánchez que se había lucido en algunos procesos, pero que allí no se iría a lucir, a lo cual el Padre de la Patria le contrarreplicó recordándole la vez que lo había defendido como reo de ases nato y obtuvo su absolución.

En su defensa el Padre de la Patria cuestionó radical mente la legislación sobre la cual se le juzgaba y condenaba y expresó:

“¿Con qué leyes se me habrá de juzgar? ¿Con las españolas que no han comenzado a regir, pues el protocolo de la Anexión establece un interegno de meses para que comiencen a regir las leyes del reino, o con las dominicanas, que me mandan sostener la independencia y soberanía de mi patria?...¿En virtud de qué ley se nos acusa?. ¿Amparándose en cuál ley se pide para nosotros la pena de muerte? ¿Invocándose la ley dominicana?, ¡Imposible!, la ley dominicana no puede condenar a quienes no han cometido otro crimen que el de querer conservar la República Dominicana. ¿Invocando la ley española?  No tenéis derecho para ello. Vosotros sois oficiales del ejército dominicano, ¿dónde está la ordenanza española que rige vuestros actos?. ¿Dónde está el código español en virtud del cual nos condenaríais?. 

¿Es posible admitir que en el Código Penal Español haya un artículo por el cual los hombres que defienden la independencia de su país deben ser acusados y conde nados a  muerte?...Pero veo que el señor Fiscal pide para estos hombres lo mismo que para mí, la pena capital. Si hay un culpable, el único soy yo. Estos hombres vinieron porque yo los conquisté”.498

De este modo el 4 de julio de 1861, a las cuatro de la tarde, en virtud de la sentencia condenatoria, fueron fusilados en el cementerio de San Juan junto al patricio: el poeta y periodista Félix Mota, Domingo Piñeyro Boscán, Rudescindo De León, Francisco Martínez, Julián Morris y Morris, Juan Erazo, Benigno Del Castillo, Gabino Simonó Guante,
Comandante Manuel Balde mora, José Antonio Figueroa, Pedro Zorrilla, Luciano Solís, José Corporán o Ciprián, Juan Gregorio Rincón, José de Jesús Paredes o Pared, Epifanio Jiménez o Sierra, Segundo Mártir o Alcán tara, Juan Dragón, León García y Juan De la Cruz. 499


El Padre Narciso Barriento le dio la última comunión a Francisco Sánchez, y mientras lo hacía, el patricio dijo el versículo 6 del Salmo 50:

“Tibi soli peccavi et malum coram te feci” (Aquí está el que sola mente ha pecado y te ha hecho mal) y mientras le conducían al cadalso en silla de manos por estar herido, recitaba el salmo 50 ó “Miserere”, pidiendo a Dios piedad y misericordia por las almas de todos. Antes de ser fusilado, al pie de una guásima, pidió al joven Avelino Orozco que le ayudara a ser envuelto en la bandera dominicana y a la orden de ¡Fuego!, gritó más fuerte: ¡Finis Polonia!, como alusión al fin de la República y evocando al patriota polaco Tadeo Kosciuszco en la batalla de Maciejo wice del 4 de octubre de 1794.

Sánchez había solicitado clemencia para sus compa ñeros y el perdón a la Reina al escuchar la sentencia, por eso, y por la crueldad demostrada en el fusilamiento, parte de los oficiales españoles presentes en San Juan de la Maguana abandonaron la ciudad al mando del Comandante Antonio Luzón, al frente de un batallón del Regimiento La Corona, y junto a sus colegas ibéricos el Brigadier Peláez, segundo al mando en la nueva provincia española, quien había pedido indulgencia para los prisioneros, le reprochó a Santana lo sucedido; éste se encontraba en Azua, habiendo atravesado del Cibao al Sur por Piedra Blanca de Bonao.


25494 GÓMEZ MOYA, Manuel Ubaldo, Resumen de la Historia de Santo Domingo. Editora de
Santo Domingo. Editora Corripio: Santo Domingo, 1983, p. 367, Págs. 181 a 182.
495 Aunque tradicional mente se le ha llamado al Padre de la Patria, Francisco Sánchez, como
Francisco Del Rosario Sánchez, anteponiendo su apellido materno al paterno, los autores
hemos preferido seguir la corriente de historia dores que escriben sus apellidos como él los
utilizó en vida, pues nunca firmó con el apellido Del Rosario sino como Francisco Sánchez,
de ahí que en la trilogía patricia dominicana digamos: Duarte, Sánchez y Mella, y no Del
Rosario. El Padre de la Patria, Sánchez, contó con el reconocimiento y legitimación de su
progenitor Narciso Sánchez, y de este mismo modo, su hermana, la maestra Socorro
Sánchez, es conocida en la Historia por su apellido paterno.


496 LUGO LOVATÓN, Ramón, Sánchez. Tomo II, Editora Montalvo: Ciudad Trujillo, 1948,
Págs. 144 a 190. En esta obra aparece una descrip ción deta llada y erudita del proceso y de ella
nos hemos guiado.

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497 Jacques M. Vérges en su Estrategia Judicial en los Procesos Políticos. Editorial Anagrama:
Barcelona, 1970, Pág. 13 expresa: “La distinción funda mental que determina el estilo del
proceso penal es la actitud del acusado de cara al orden público. Si lo acepta, el proceso es
posible; constituye un diálogo entre el acusado, que se explica, y el juez, cuyos valores son
respetados. Si lo rechaza, el aparato judicial se desintegra; el proceso es de ruptura.”


498 LUGO LOVATÓN, Ramón, Ídem, Pág. 156 y 157.

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499 LUGO LOVATÓN, Ramón, Ídem, Pág. 162.






  • Damocles Méndez Rosado dijo:
    Gloria de un Febrero con tormentas libertarias y mártir envuelto en el lienzo tricolor en la tragedia de Julio en San Juan de la Maguana resume una vida llena de amor y sacrificios por la patria por cuyo amor desarrollo todas sus energías y valor patriótico manifestado en las múltiples acciones libertarias desarrolladas en ara de la grandeza de la nación. La vida de este egregio titán de las luchas libertarias del pueblo dominicano, es un legado histórico lleno de heroísmo y martirio que no registra paralelo igual en las paginas de la historia domininicana.

  • Sánchez entra en las paginas de la historia nacional como una revelación epopeyica presente en los episodios de la redención nacional para cumplir el signo del llamado ineluctable de la patria ansiosa en los trágicos caminos de la libertad.Sànchez nunca vacilo para convertirse en instrumento de la redención nacional, condición que lo convierte en una figura de primera línea ante el llamado de las primeras clarinadas para convertirse en cabeza dirigente conduciendo los caminos de la libertad de la patria.

  •  El martirio de Sánchez es la consumación de un acto de criminalidad contra el sentimiento patrio, que no tiene registro en la historia nacional. Su condena sumaria, y su vil ejecución es un caso sui géneris que definió la naturaleza criminal del sector político y militar que siempre ha renunciado al ideal de patriotismo y que hizo de aquel acto un holocausto que crispó de sangre y tiño de luto la epidermis de la conciencia que hizo presencia en la puerta del Conde tocando con aires libertarios la sacra puerta de la independencia nacional.

  •  La sangre de los Sánchez se derramo bajo el implacable articulo 210,obra funesta del santanismo,cuando sus familiares caían asesinados victimas de las intrigas de Pedro Santana.Tambien la sangre de los Sánchez se derramó en la consumación de la restauración de la República.

    La egregia figura de Sánchez, cuyo nombre es símbolo eterno de heroicidad,es la imagen y la redención procera de las ansias libertarias del pueblo dominicano, su martirio en San Juan, abonó el fértil camino que en todo nuestro proceso historico,ha significado un legado imperecedero que ha servido de bandera para significativas jornadas libertarias de un alto valor epopéyico que se repite constantemente cuado el clarín de la libertad llama a los hijos de la tierra amada a imponer las notas gloriosas del canto de la patria.En cada acción en que la soberanía ha sido vilmente mancillada ya sea por la grosera intervención de fuerzas extranjeras o por la presencia de viles tiranias,aflora,el ejemplo de Sánchez que llena de vigor patriótico a los verdaderos dominicanos que bajo cualquier circunstancias nunca renuncian al deber ineludible de la defensa de los inmaculados principios de redención nacional.



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