Por Gina Medina Farias de Valenzuela
El ocaso de la tarde llegaba a su clímax final cuando me apersoné a la residencia de mi amigo y hermano Sobieski De León, en el patio ya se encontraban dos grandes cariños que responden a los nombres de Bienvenido y Chino Caamaño, quienes me hicieron sentir como siempre lo hacen la primita amada y protegida por todos, el cariño y la ternura que me expresaban hacia que sintiera la presencia de mis padres ya fallecidos......Sí valió la pena salir de mi encierro, y romper mi rutina.
Pero creo que he iniciado mal, realmente desde que toque la puerta la presencia de Tulio y Sobieski me hicieron sentir en familia y de inmediato me hicieron pasar al patio, un patio que refleja a su dueño, intimo, sin superfluos, sencillo y acogedor.
Poco a poco fueron llegando los invitados, Clodomiro Moquete, Cesar Nanum, los azuanos lanza poemas (gracias a Dios que cambiaron las piedras), Virgilio Azuan y Rannel Báez, Caonabo Peña, Roberto Rosado, Héctor Solano, Casandro Fortuna, Rubén Moreta, Leopoldo Figuereo, Vicente Castillo, cariñosamente Villa entre otros. Besos y abrazos repartidos por doquier, sonrisas amplias y sinceras recordando el pasado y el tiempo aparentemente perdido. La llegada de doña Virginia con su hermana Clara, las cristobalenses Isabel Florentino y Mercedes Castillo terminaron de envolvernos en ese mágico encuentro.
Esperaba a Ike. Al pasar los minutos y no llegar le pregunte bajito al oído a Sobieski que donde estaba, el me respondió con un matiz de tristeza en su voz y su mirada, no viene y mira, esto es parte de el, se le presentó un compromiso y no puede acompañarnos.................Sí la presencia de Ike Méndez faltó en el Patio del Doctor.
Quería acapararlo...... preguntarle de su familia, de su nieta (me imagino que es hermosa), preguntarle de Cacibajagua, del icono que representa Don Víctor Villegas, de si sigue su historia perfecta de cómo se lo tragó una ballena a orillas de la playa de San Pedro, de Tathy Hernández la metapoeta de Jarabacoa que se robo uno de los símbolos sanjuaneros con su Patio de Cayenas, quería preguntarles tantas cosas que tendré que esperar a otra tertulia en el Patio del Doctor.
El programa y el buffet no tuvieron ningún tipo de desperdicio y los que estábamos, nos sentíamos cómodos y en familia dueños del patio. Cuando le toco el turno a Doña Virginia, me sonreí, y me dije para mis adentros: mmmm mi psicología no me falló.........Doña Virginia es una señora de clase depurada, muy fina, cuyos matices y ademanes corroboraron mi tesis........... Una vez más, como tantas veces, la voz de Anita Farias se escuchaba en mi interior: con clase se nace......
Ella es pretenciosa en su sueño, la unión de los escritores del Sur con los escritores de su amado Borinquen, suena algo iluso pero es bueno soñar, ojala que podamos lograrlo........Esperamos en el Señor que así sea.
La ponencia de Sobieski fue muy buena aunque faltaron algunos elementos, bueno es la humilde opinión de una neófita, y como se dijo se esta haciendo el intento de seguir recogiendo la historia de los escritores y poetas sanjuaneros..........es bueno resaltar aquí un Poema que me ha dejado pasmada, muerta de risa y por supuesto logró el cometido, tremendo poema el de Sobieski, impublicable por mi que fue entregado al final de la noche, por nuestro anfitrión.
La participación de un Rubén Moreta, con el alma desnuda que dejo al descubierto por un instante su esencia de Don Juan Tenorio, se transformo en un hijo devoto siendo valiosa y sutil la descripción de su madre en ese poema tan especial, me sentí identificada y pensé de inmediato en la mía. Héctor Solano, Rannel Baez, Virgilio Azuan, Casandro Fortuna y de una manera muy especial los poemas de Chino Caamaño hicieron de la mágica noche un sueño de música y églogas que lleno los rincones más recónditos de nuestras vidas
En la auto presentación de cada uno de nosotros, aunque lo hice de manera rápida por el tiempo, a mí me faltó explayarme y decir lo que tengo dentro: NO SOY ESCRITORA....................................Mi esposo Carl Valenzuela, mi marido, la otra parte de mi, mi complemento, mi alma gemela es quien escribe, y como decía Sobieski, sin temor a equivocarme el pertenece a los escritores que no lo hacen con esa rigurosidad científica sino mas bien espontánea.
Quería decir que el libro de Revelaciones, es su idea, es como la estructura que hacen los ingenieros que el diseñador le da el toque final. Así como me envolvió, me enamoró sin yo darme cuenta, hasta que me hizo entender que éramos almas gemelas que el universo permitió que nos encontráramos y viviéramos este amor maravilloso, en donde entre nosotros dos solamente la divina presencia de Cristo en su Divida Trinidad tiene cabida, Carl que me enredó en más sogas que un andullo, así lo hizo con Revelaciones. En uno de mis viajes a New York, mi marido dejó como al descuido al lado del ordenador, un borrador del libro que tome en mis manos y fue como él: subyugante, distinto, apasionado, entregado y revelador........................Naciendo nuestro primer hijo unión de dos en una única carne, unión de dos almas en un mismo cuerpo, donde no se sabe donde el comienza o donde yo termino o viceversa.
Quería decir que aunque he escrito artículos publicados en periódicos y revistas, de orden social y cultural, aunque tenga ponencias escritas, aunque tenga investigaciones hechas y en carpetas, no soy escritora, solamente una apasionada de contar cosas y encontrarle sus raíces.................Sí esto me faltó decir en el Patio del Doctor.
Debo añadir a esto que algo muy importante para mí faltó en el Patio del Doctor.................Mi Carl..... quería que el estuviera a mi lado, tomándome la mano o pasándola por el pelo, con una sonrisa tímida llena de intimidad, diciéndome al oído, me gustan tus amigos, y me encanta la sencillez de este patio................El al igual que yo nos apasionan las cosas sencillas.
Otra cosa más faltó en el Patio del Doctor.................El poeta Caonabo Peña declamándome la poesía que hacen unos años me escribió: Gina en Flor.
Todo lo demás fue perfecto como Sobieski un exquisito anfitrión, solamente faltó Ike, mi Carl y Caonabo Peña declamándome su Gina en Flor
Gina Medina de Valenzuela
El ocaso de la tarde llegaba a su clímax final cuando me apersoné a la residencia de mi amigo y hermano Sobieski De León, en el patio ya se encontraban dos grandes cariños que responden a los nombres de Bienvenido y Chino Caamaño, quienes me hicieron sentir como siempre lo hacen la primita amada y protegida por todos, el cariño y la ternura que me expresaban hacia que sintiera la presencia de mis padres ya fallecidos......Sí valió la pena salir de mi encierro, y romper mi rutina.
Pero creo que he iniciado mal, realmente desde que toque la puerta la presencia de Tulio y Sobieski me hicieron sentir en familia y de inmediato me hicieron pasar al patio, un patio que refleja a su dueño, intimo, sin superfluos, sencillo y acogedor.
Poco a poco fueron llegando los invitados, Clodomiro Moquete, Cesar Nanum, los azuanos lanza poemas (gracias a Dios que cambiaron las piedras), Virgilio Azuan y Rannel Báez, Caonabo Peña, Roberto Rosado, Héctor Solano, Casandro Fortuna, Rubén Moreta, Leopoldo Figuereo, Vicente Castillo, cariñosamente Villa entre otros. Besos y abrazos repartidos por doquier, sonrisas amplias y sinceras recordando el pasado y el tiempo aparentemente perdido. La llegada de doña Virginia con su hermana Clara, las cristobalenses Isabel Florentino y Mercedes Castillo terminaron de envolvernos en ese mágico encuentro.
Esperaba a Ike. Al pasar los minutos y no llegar le pregunte bajito al oído a Sobieski que donde estaba, el me respondió con un matiz de tristeza en su voz y su mirada, no viene y mira, esto es parte de el, se le presentó un compromiso y no puede acompañarnos.................Sí la presencia de Ike Méndez faltó en el Patio del Doctor.
Quería acapararlo...... preguntarle de su familia, de su nieta (me imagino que es hermosa), preguntarle de Cacibajagua, del icono que representa Don Víctor Villegas, de si sigue su historia perfecta de cómo se lo tragó una ballena a orillas de la playa de San Pedro, de Tathy Hernández la metapoeta de Jarabacoa que se robo uno de los símbolos sanjuaneros con su Patio de Cayenas, quería preguntarles tantas cosas que tendré que esperar a otra tertulia en el Patio del Doctor.
El programa y el buffet no tuvieron ningún tipo de desperdicio y los que estábamos, nos sentíamos cómodos y en familia dueños del patio. Cuando le toco el turno a Doña Virginia, me sonreí, y me dije para mis adentros: mmmm mi psicología no me falló.........Doña Virginia es una señora de clase depurada, muy fina, cuyos matices y ademanes corroboraron mi tesis........... Una vez más, como tantas veces, la voz de Anita Farias se escuchaba en mi interior: con clase se nace......
Ella es pretenciosa en su sueño, la unión de los escritores del Sur con los escritores de su amado Borinquen, suena algo iluso pero es bueno soñar, ojala que podamos lograrlo........Esperamos en el Señor que así sea.
La ponencia de Sobieski fue muy buena aunque faltaron algunos elementos, bueno es la humilde opinión de una neófita, y como se dijo se esta haciendo el intento de seguir recogiendo la historia de los escritores y poetas sanjuaneros..........es bueno resaltar aquí un Poema que me ha dejado pasmada, muerta de risa y por supuesto logró el cometido, tremendo poema el de Sobieski, impublicable por mi que fue entregado al final de la noche, por nuestro anfitrión.
La participación de un Rubén Moreta, con el alma desnuda que dejo al descubierto por un instante su esencia de Don Juan Tenorio, se transformo en un hijo devoto siendo valiosa y sutil la descripción de su madre en ese poema tan especial, me sentí identificada y pensé de inmediato en la mía. Héctor Solano, Rannel Baez, Virgilio Azuan, Casandro Fortuna y de una manera muy especial los poemas de Chino Caamaño hicieron de la mágica noche un sueño de música y églogas que lleno los rincones más recónditos de nuestras vidas
En la auto presentación de cada uno de nosotros, aunque lo hice de manera rápida por el tiempo, a mí me faltó explayarme y decir lo que tengo dentro: NO SOY ESCRITORA....................................Mi esposo Carl Valenzuela, mi marido, la otra parte de mi, mi complemento, mi alma gemela es quien escribe, y como decía Sobieski, sin temor a equivocarme el pertenece a los escritores que no lo hacen con esa rigurosidad científica sino mas bien espontánea.
Quería decir que el libro de Revelaciones, es su idea, es como la estructura que hacen los ingenieros que el diseñador le da el toque final. Así como me envolvió, me enamoró sin yo darme cuenta, hasta que me hizo entender que éramos almas gemelas que el universo permitió que nos encontráramos y viviéramos este amor maravilloso, en donde entre nosotros dos solamente la divina presencia de Cristo en su Divida Trinidad tiene cabida, Carl que me enredó en más sogas que un andullo, así lo hizo con Revelaciones. En uno de mis viajes a New York, mi marido dejó como al descuido al lado del ordenador, un borrador del libro que tome en mis manos y fue como él: subyugante, distinto, apasionado, entregado y revelador........................Naciendo nuestro primer hijo unión de dos en una única carne, unión de dos almas en un mismo cuerpo, donde no se sabe donde el comienza o donde yo termino o viceversa.
Quería decir que aunque he escrito artículos publicados en periódicos y revistas, de orden social y cultural, aunque tenga ponencias escritas, aunque tenga investigaciones hechas y en carpetas, no soy escritora, solamente una apasionada de contar cosas y encontrarle sus raíces.................Sí esto me faltó decir en el Patio del Doctor.
Debo añadir a esto que algo muy importante para mí faltó en el Patio del Doctor.................Mi Carl..... quería que el estuviera a mi lado, tomándome la mano o pasándola por el pelo, con una sonrisa tímida llena de intimidad, diciéndome al oído, me gustan tus amigos, y me encanta la sencillez de este patio................El al igual que yo nos apasionan las cosas sencillas.
Otra cosa más faltó en el Patio del Doctor.................El poeta Caonabo Peña declamándome la poesía que hacen unos años me escribió: Gina en Flor.
Todo lo demás fue perfecto como Sobieski un exquisito anfitrión, solamente faltó Ike, mi Carl y Caonabo Peña declamándome su Gina en Flor
Gina Medina de Valenzuela
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