El General Timoteo Ogando
Damocles Méndez Rosado.
Este indómito general y sus hermanos son símbolos de la identidadSanjuanera, se precisa rescatar del olvido a esta legendaria figura cuyas hazañas escribieron los capítulos más hermosos de las luchas bélicas tanto en el proceso de la independencia nacional como en la
Restauración de la Republican y en los trágicos acontecimientos que culminaron con el apresamiento de Francisco del Rosario Sánchez, en el sur apartado, el valiente e indómito general Timoteo Ogando, tendió su brazo solidario buscando salvarle la vida a la insigne figura procera del mártir de San Juan, como un innegable gesto de humanidad y de
patriotismo incuestionable de Timoteo Ogando, La sangre de la familia Ogando se derramó en los campos de batallas para contribuir con el nacimiento de la Republica.Ellos son insignias de nuestra identidad a toda prueba.
El pueblo de San Juan tiene una deuda histórica con el general Timoteo Ogando por que es parte inseparable de nuestras luchas Independentistas y restauradora.
Los pueblos tienen identidad cuando asumen proyectos concretos vinculados con las raíces que son fundantes de su fisonomía como colectividad.La identidad de los pueblos es su historia y la historia es la vivencia, el palpitar de los valores, del sentimiento, del destino
común de los más variados segmentos poblacionales Los personajes históricos son partes inseparables de la identidad de los pueblos, rescatarlos del olvido es tarea impostergable para el fortalecimiento de la memoria colectiva, por que ellos son actores directos de los procesos que conforman la naturaleza y la razón de ser que definen los rasgos distintivos de las identidades nacionales y locales.
El general Timoteo Ogando, es un actor de primera fila en laConstrucción del Ser sanjuanero. Es un legendario general con más
presencia en acontecimiento de carácter primario que contribuyeron con
el nacimiento de la republica,en el rescate de la soberanía cercenada
con la anexión a España así como su participación en las primeras filas
de fuego durante el proceso de la guerra restauradora.
En cada
hazaña, el indómito general Timoteo Ogando cabalgaba como un centauro a
lomo de caballo dirigiendo importantes epopeyas con el filo del machete
independentista y restaurador, describiendo los caminos que conducían
al triunfo de las almas nacionales. En cada acción bélica, emergía,
entre los soldados la figura espartana y de rasgos campesinos, el
soldado valeroso de intuitiva experiencia y fino estratega natural,
formado en la fragua misma de la guerra.
La dimensión nacionalista
del general Timoteo Ogando se aprecia cuando aparece en las paginas de
la historia formando fila en los ejércitos independistas baja el mando
del general José María Cabral, en la expedición del prócer Francisco
del Rosario Sánchez y como un adalid de soberbio sentimiento
regionalista conduciendo tropas restauradoras para clavar la bandera
nacional en la región sur.
Timoteo Ogando se registra en las
paginas nacionales como un héroe con estrella ganada en el campo de
batalla, como un conductor de rústicos ejércitos, cómo un fiel seguidor
de un legado patriótico que emergió de un campo alejado de las grandes
decisiones nacionales, en un sur olvidado y de aguerridos soldados que
aún no ocupan el tintero de la historia nacional con la dimensión y la
estatura de héroes de primeras filas que desempeñaron papeles estelares
en la construcción de la república.
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