Buscar este blog

jueves, 31 de marzo de 2016

BARBARIE MODERNA, INDUCIDA




Roberto Rosado Fernández, Profesor UASD, San Juan de la Maguana.
Se suele llamar Barbarie a quien presenta un comportamiento bruto, imprudente, violento y falto de todo tipo de urbanidad.
Los romanos utilizaron los términos “Bárbaros y Barbarie para referirse a lo contrario a lo que se entiende como pautas convenidas y aceptadas dentro de una comunidad”.
La Barbarie históricamente es sinónimo de contraposición, enfrentado, al concepto de civilización. También, “rusticidad y la falta de cultura, que alguien o un grupo, presentan en su accionar”.
La Barbarie que sobresale y se destaca en tu hermano, tus hijos, tus tíos, sobrinos y demás familiares, es lamentable.
“Fiereza y crueldad es la esencia de la Barbarie antigua, criminalidad e impunidad es la esencia de la Barbarie moderna”.
Barbarie inducida en las proyecciones del Cine Televisivo que aunque recrea una realidad, como lo presentan ayuda  al joven de hoy a asimilarlo como conducta positiva y modelo a seguir. También en las Telenovelas que promueven el consumo exagerado.
Claus  Offe  al referirse a la Barbarie Moderna dice, “No hay únicamente una constelación dicotómica con un sujeto actor, el perpetrador, y un sujeto paciente, la víctima, sino una constelación triangular en la que se des oculta  al espectador que calla u omite, insensibilizado moralmente, las acciones que “mas allá del bien y del mal”,  realiza el perpetrador contra la víctima.
Lo que a diario se lee y escucha en los variados medios electrónicos de comunicación masiva que existen en el país mueve a preocupación.
Encender un televisor, ver los periódicos digitales, escritos y escuchar la radio es prepararse solo para escuchar noticias de tragedias, muertos y heridos.
 Hoy se vive una Barbarie Moderna. Nadie está seguro ni siquiera en su propia casa, ni en establecimientos comerciales, ni de diversión, ni en la escuela, ni en la iglesia, ni abordando un bus de transporte público, en fin en ningún lugar.
No importa que sea ingeniero, maestro, medico, abogado, funcionario del estado, juez, fiscal, empresario, conchero, monja o sacerdote o, tal vez, ama de casa. Para quitarle la vida por lo que tiene, o por mandato de algún resentido o envidioso, no hay raza, color, religión ni posición social.
Lo matan fríamente .No hay humanidad. No hay reflexión. Todo es brutal. Es lo único que se parece a la Barbarie, solo que ahora se hace con armas modernas, y, hasta las que se utilizaban en épocas remotas.
Para matar a alguien porque le pagaron hay que ser desalmado. Para  matar una mujer, un niño, un anciano, un inválido sin ninguna misericordia hay que ser un desalmado.
Para penetrar a un comercio, disparar sin importar a quien o quienes están allí hay que ser alguien que empeño su conciencia por  dinero y su alma en buen cristiano se la entrego a Satanás.
Para matar un niño recién nacido, una mujer embarazada, una misionera religiosa, un sacerdote, un pastor evangélico o un familiar cercano por amor al arte o por un ego personal, o, tal vez, porque alguien poderoso le de unos centavos, hay que tener alma envenenada, corazón de piedra y mentalidad más pequeña que el ser vivo más pequeño del universo y  cero poder de razonamiento.
Para querer imitar las escenas que se proyectan a través del cine y la televisión y, reproducirla como la ve, se debe estar influido por una sustancia que le haga perder totalmente la razón y le despoje de la capacidad de reflexionar y del poder de reconocer antes de actuar para evitar un hecho que solo la barbarie o un bárbaro puede hacer sin notársele arrepentimiento alguno.
En estos tiempos, de un desarrollo acelerado de la tecnología, se dificulta asimilar que una deuda se intente pagar asesinando a sangre fría a quien se le debe ,o a quien quiere impedir que asesine a tiros a quien le dio una bofetada por una contradicción generada alrededor de una candidatura a diputado, regidor, alcalde o presidente o aquel que mata la madre y  hermana de una que sospecha le es infiel y sea capaz de disparar a matar a su propio hijo que en nada puede tener culpabilidad de lo que su madre este haciendo en el hipotético caso de que sea verdad lo que sospecha.
La razón no se puede perder de esa manera. Hay que intervenir urgentemente para evitar que nos convirtamos en una jungla donde se impone la ley del más fuerte.
La sociedad dominicana tiene que hacer un alto en el camino si queremos que la paz no se imponga con el machete, cuchillo  o con cualquier otra arma de destrucción masiva.
Se impone una cruzada reflexiva que involucre al ESTADO y sus instituciones si no queremos que cada punto del territorio se convierta en un cadáver por cada humano existente.

No hay comentarios: